Cualquier debate en torno al deporte nacional, suele concluirse en que su desarrollo tiene que pasar necesariamente por la Costa Caribe.
El problema es que pese al estupendo talento de los costeños, los atletas no se hacen solos. Tendrían que ser sometidos a un intenso proceso de pulimento.
Lo hemos visto en el beisbol. La Costa apareció en la Primera División a inicios de los años ochenta con buen picheo, un bateo discreto y defensa terriblemente mala.
Delrin y Durley Downs eran los lanzadores de cabecera, más Joe Pee Pablo, y por lo general carecían de respaldo en sus presentaciones usualmente notables.
A través de los años vimos surgir más buenos lanzadores como Rodolfo Taylor, Kurt Ellis y Rafael Lacayo, pero también crecieron artilleros como Ray Carter, Carel Lampson y Elry Britton.
Y después de dos intentos fallidos (en 1984 y 1987) los costeños llegaron a la cima en 1989 al derrotar a Chinandega con Jon Allen como líder de staff, más Lampson, Carter y Gregory Hodgson.
Sin embargo, los equipos costeños de ahora son los de mayor equilibrio. Siempre aparecen con buenos lanzadores, batean en cantidad y su defensa ha mejorado.
Hoy por hoy, el equipo de la Costa es el mejor del país. Su balance es claro: 38-13, sobre los Dantos (36-15), el Bóer (35-17) y León (34-18), que sintió su poder en carne propia el fin de semana.
Darrell Campbell, Dwight Britton y Mark Joseph son el corazón de un ataque fuerte, mientras Norman St’Claire, Oscar Chow y Junior Téllez son los líderes de un staff de mucho respeto a nivel local.
Aún falta un buen tramo en el torneo, pero la Costa ha comenzado a apurar su paso y obviamente su plan no solo es liderar la liga, sino volver a la cima del beisbol nacional.
La Costa Caribe estuvo en la cúspide por última vez en el 2013. Ahora intenta de nuevo volver a la cima.