La apuesta para Managua es clara: densificar hacia lo vertical, con especial énfasis en el centro de Managua. Sin embargo, antes de edificar se requieren hacer estudios de suelo que garanticen la viabilidad de las iniciativas constructivas verticales.
Esta nueva ola de edificios estaría ubicada en el centro histórico de Managua, donde el mismo Gobierno prohibió cualquier tipo de construcción después del terremoto de 1972.
No obstante, para Rodrigo Pereira, presidente de la Cámara Nicaragüense de la Construcción (CNC), no considera que haya algún problema, siempre y cuando se construya bien y se realicen los estudios pertinentes de suelos, además de un buen diseño.
El problema, según Pereria, es que en la construcción hay mucha informalidad. Solo en mano de obra tienen más de 140 mil trabajadores y apenas unos 36 mil están inscritos en la Seguridad Social. Eso preocupa, aseguró, puesto que “hay mucha construcción que se hace con mano de obra no calificada y posiblemente con empresas no serias, y eso puede ser muy vulnerable para cualquier desastre que nos pueda suceder”, expresó Pereira.
Pero la construcción de edificios multifamiliares se espera ver en el 2018, según el presidente de la Cámara de Urbanizadores de Nicaragua, Héctor Lacayo. Podrían ser de hasta cuatro pisos, dijo. Se tiene mayor enfoque en hacerlos en el centro de la ciudad capital porque hay infraestructura disponible relacionada con los servicios básicos, argumentó.
Se puede construir en centro histórico
Claudio Romero, director del Instituto de Geología y Geofísica (IGG-Cigeo), dijo que se puede construir en el centro histórico de Managua. Pero antes de hacerlo, se debe conocer la frecuencia en la que responden los suelos ante un evento sísmico para evitar que estos choquen con las construcciones. Eso determinará qué tipo de estructuras son más viables.
“Cuando tenemos y clasificamos los suelos y nos da una determinada frecuencia, eso no nos está diciendo que no se pueden construir, sino que se puede construir, pero solamente aléjese de esta frecuencia”, añadió.
Eso es lo que hace falta en el centro de Managua: “Conocer cuál es la frecuencia del suelo y si me da para un suelo de viviendas bajas”, expresó Romero. Esas fueron las que tumbó el terremoto de 1972.
Cuando se apuesta por construir hacia arriba, como parte del proceso de densificación de Managua, también surge la importancia de los estudios.
“No es cuestión que voy a comenzar a tirar edificios porque aquí (en el centro histórico de Managua) cayeron viviendas pequeñas”, explicó Romero. A pesar que aún faltan estudios, algunos que se han hecho desde el Cigeo han demostrado que gran parte de las estructuras que cayeron en el 72 coincidían con el modo de vibrar de los suelos y también estaba relacionado con los materiales de construcción de la época.
Es posible construir edificios verticales sobre fallas
Uno de los riesgos de Managua es la actividad sísmica, pero los expertos apuntan que si se puede construir verticalmente en Managua. Según Claudio Romero, director del Instituto de Geología y Geofísica (IGG-Cigeo), el Reglamento Nacional de la Construcción explica que si se sabe que hay una falla, se recomienda alejarse entre unos 15 a 30 metros para hacer la edificación.
Sin embargo, hay tendencias de algunos ingenieros estructurales que si ellos conocen la falla, la estudian, saben cómo se mueve, qué energía puede liberar, o si la falla esta activa o no, no hay ningún problema con la construcción.
No obstante, según lo que establece el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), si se encuentra una falla no se debe construir sobre esta, sostuvo Romero.
Parte de esta información es lo que se va desarrollar en el Segundo Congreso Nicaragüense de Ingeniería Sísmica que se realizará el 16 y 17 de noviembre, cuyo lema es “Apostando al crecimiento vertical”.