14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
OEA, Daniel Ortega, Venezuela, Nicaragua
Guillermo E. Miranda

OEA al rescate de caja chica del Alba

Desde que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) confirmó la presencia de ese organismo en las elecciones municipales y anunció como jefe de delegación al uruguayo Wilfredo Penco, la oposición no ha dejado de pronunciarse en contra de dicha designación. Me refiero a la verdadera oposición, porque los zancudos que participarán en la farsa del 5 de noviembre no han dicho esta boca es mía.

Qué o cuáles son los motivos que privaron en Almagro para imponernos un jefe de delegación que en pasadas elecciones, al contrario del Centro Carter y la misma OEA, no vio nada malo y más bien se deshizo en elogios al gobierno y Consejo Supremo Electoral de Roberto Rivas y compañía. Asumir que se le chispoteó como a Chespirito, no lo creo. Tuvo que ser por un motivo mayor, inclusive tan grande que valga la pena el desprestigio que sufrirá su persona (la de Almagro) de mantenerlo hasta el final.

¿Qué puede ser esa cosa? Personalmente solo se me ocurre una, y es de mucho “peso”. Recientemente el Gobierno y sus empresas han estado bajo el escrutinio internacional acusado de participar en un mega gigantesco trasiego de dinero sucio procedente de PDVSA y de las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia (FARC), investigación que se espera se convierta en acusación directa al Gobierno de Nicaragua muy pronto, cuyas sanciones ya todos conocemos y que tiene desvelado a más de un dueño de banco y a varios honorables  miembros de nuestra empresa privada afín (protegida) del Gobierno.

Mi barbero —quien es una persona con un agudo sentido del humor— dice que pensar que Maduro y sus secuaces entregarán el gobierno de forma pacífica es de ilusos. Le han robado tanto al pueblo venezolano que saben que les espera la cárcel como mínimo una vez que pierdan el poder y estamos hablando de millones de dólares enfatiza. Análisis que comparto ya que sabemos que por lo menos dos mil millones de esos dólares vinieron a parar por estos lados. Por lo que la pregunta  es: ¿permitirán los socios de PDVSA, de las FARC y amigotes del Alba que su caja chica entre en crisis, de certificarse un fraude que es inminente y que ha sido preparado meticulosamente? Mi respuesta es no. ¿Estarían estos mismos personajes dispuestos a pagar el precio que sea necesario para evitar ese descrédito? Mi opinión es que sí.

Recordemos que estamos hablando  de cantidades exorbitantes que muchos,  incluyéndome, somos incapaces de imaginar. Al momento de publicarse este artículo faltan cuarenta y dos días para las “elecciones” y todavía no se sabe cuándo ni cuántos vienen, lo que sí sabemos es que solo estarán presentes en tres departamentos y que el jefe de delegación es más miope que un topo.

El señor Almagro pareciese que se olvidó que la misión que está enviando, llega a un país cuyo presidente se ha opuesto en todo momento a sus intentos de obligar al gobierno venezolano a retornar al cauce democrático, que tiene los mismos vicios que él ha estado denunciando en Venezuela y que por si fuera poco, es socio del dictador.

Con esos antecedentes y su actuación actual, pensar que Penco es producto de un lapsus mentis sería un tremebundo infantilismo.

El autor es analista político.

Opinión CSE Luis Almagro OEA archivo

COMENTARIOS

  1. el carolingio
    Hace 7 años

    El Sr. luis Almagro odia al dictador Maduro y ha luchado denodadamente por desabarrancarlo, sin embargo bien sabe que Ortega esta del dedo con Maduro y lo defiende cuando puede y quiere y eso no le llama la atencion al Sr. Almagro.

  2. Sebastian Tefel
    Hace 7 años

    TOTALMENTE de acuerdo…

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí