Prevención precoz del SIDA

Durante un seminario con periodistas de diferentes medios de comunicación, Rojas dijo que la respuesta a la problemática del SIDA “no depende de planes estratégicos formulados por expertos, ni de recursos económicos”, sino de “la participación comunitaria, la voluntad política, los roles de los actores sociales y el buen uso del tiempo”.

Antes de venir a Nicaragua, Rojas trabajó por 20 años en Africa, el continente más afectado por VIH/SIDA. Por ejemplo, la prevalencia de esta enfermedad en Boswana, país más desarrollado del Africa, pasó de 5.5% en 1996, a 25% para el año 2000.

Rojas enfatizó que los nicaragüenses no pueden esperar a que la enfermedad evolucione y destruya a la población, como está haciendo en Africa, sino que debe aprovecharse que Nicaragua tiene la incidencia más baja de la enfermedad en Centroamérica.

Para frenar esta “epidemia silenciosa”, la solución no depende de la compra del “coktel” de medicamentos para las personas que conviven con la enfermedad, porque “el impacto va mucho más allá del individuo que está afectado”.

“La solución es la prevención precoz. Una prevención que vaya dirigida principalmente a los grupos de alto riesgo, por ejemplo los jóvenes”, indicó.

Nicaragua tiene una prevalencia del VIH/SIDA de 1 ó 2 casos por cada cien mil habitantes, la más baja de Centroamérica.

Desde que se detectó el primer caso en 1987, hasta marzo de este año, el Programa de las Enfermedades de Transmisión Sexual ETS/VIH/SIDA del Ministerio de Salud, ha detectado 511 casos positivos, de los cuales 139 personas ya fallecieron.

“No hay ningún solo departamento que no tenga casos reportados y la tendencia en los registros es hacia el incremento”, expresó el director general de Higiene y Epidemiología, doctor Juan José Amador.

El representante de la OPS sostiene que cuando los casos comienzan a aumentar en un país, la demanda de atención médica y de medicamentos, de parte de las personas afectadas, es tan grande que “se come todos los recursos del sistema y la prevención queda en otras manos”.

A juicio del doctor Rojas, “hay que usar el tiempo a tiempo”, pero sería un “error capital esperar que el sector salud lo haga todo”.

Resaltó que la forma de transmisión en cada sector es muy diferente por el entorno en que se vive. “Hay muchos obstáculos que deben ser resueltos por las sociedades, esto es un proceso duro de discusión y hay posiciones que no van a cambiar nunca”, explicó.

El doctor Juan José Amador señaló que están trabajando en conjunto con la sociedad civil y otras organizaciones, para conformar la Comisión Nicaragüense del SIDA (CONISIDA), establecida en la Ley de Promoción, Protección y Defensa de los Derechos Humanos ante el SIDA (Ley 238).

Dijo que el MINSA tendrá que definir este año la partida presupuestaria, para ejecutar las acciones que establece la ley en cuanto a prevención y atención para las personas con VIH/SIDA.

También contemplan la posibilidad de apoyar a un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), para hacer una investigación sobre VIH/SIDA entre la población y detectar los grupos de riesgo.

“Hemos venido trabajando con personas afectadas con tuberculosis, trabajadoras sexuales, homosexuales, pero no con población abierta”, apuntó Amador.

“Nosotros explicamos a muchos investigadores el cuidado que deben tener con este problema y muchos desisten por el temor de tener contradicciones jurídicas. El conocer cómo evoluciona la epidemia es importante para dar información veraz a la población y que se tomen medidas.