EDGAR TIJERINO M.
Lo que parecía improbable amigos, que los Blazers de Portland se salieran del ataúd en la puerta del cementerio, ocurrió espectacularmente.
El equipo de los Blazers, que se mueve alrededor del fiero Steve Smith y del esfuerzo llamativo y eficiente que despliega Scottie Pippen, un jugador sometido constantemente a cuestionamientos pese a su sólida reputación, y por supuesto, ansioso por demostrar que es capaz de ejercer un liderazgo en la cancha, logró triunfos consecutivos en los juegos 5 y 6 por el banderín de la Conferencia Oeste, empujando a los todopoderosos Lakers de Los Angeles hacia la zona de pánico.
Y ahora, después del resonante, dramático y legítimo triunfo de Portland por 103-93, todo depende de un juego, situación de terrible riesgo que Phil Jackson quería evitar.
Cabalgando a través de tres grandes rachas victoriosas a lo largo de la temporada, los Lakers dominaron en forma casi abrumadora la NBA, con Kobe Bryant graduándose en el estrellato, y Shaquille O’Neal garantizando el título de Mas Valioso mejorando su accionar, progresando en tiros libres y asegurando su incidencia en el rectángulo.
Los Lakers llegaron a ser considerados invencibles y fueron señalados como seguros protagonistas de la final de la NBA en este 2000… El estratega Phil Jackson, se sentía capaz de dirigir un ataque sobre París para sacar a las tropas de Hitler, siempre y cuando consiguiera cascos y metralletas para Shaquille y Bryant.
La noche del viernes, mientras los Pacers de Indiana, inyectados por el ímpetu y la versatilidad de Reggie Miller y manejados convenientemente con Larry Bird, eliminaban a los Knicks en el propio Madison Square Garden de Nueva York, los Lakers cedían terreno en Portland y entraban al foso de las angustias en espera del séptimo y decisivo juego fijado para hoy.
¿Cómo explicar el derrumbe de los Lakers en el sexto juego?
1) Steve Smith encabezó el ataque con 26 puntos y fue capaz de ejercer presión en todos los sectores… 2) La sorprendente actuación del reserva Bonzi Wells quien marcó 20 puntos… 3) La gestión de Rasheed Wallace, anotador de 18 puntos… 4) La férrea defensa de Pippen, reducido a 6 puntos pero muy importante en la obstrucción, intercepción y entrega de pelotas… 5) El control sobre O’Neal limitado a 17 puntos… No bastó pues, que Kobe Bryant alcanzara un buen nivel de agitación que le permitió marcar 33 puntos, porque los Blazers siempre mantuvieron a los Lakers debajo de la suela de sus zapatos.
La final del Oste regresa al fabuloso Stapples Center en Los Angeles con el temor aguijoneando a las legiones de seguidores del equipo angelino… Una tercera derrota consecutiva sería catastrófica para Jackson y su tropa.