ROBERTO OROZCO B.
José Francisco Narváez Mejía, el piloto nicaragüense capturado el lunes cuando trasladaba 360 kilos de cocaína en una avioneta con matrícula guatemalteca, era copropietario de una empresa que presta actualmente servicio aéreo a productores de arroz en Sébaco, Matagalpa, la cual está actualmente bajo investigación, según confirmó la Policía Nacional.
El nombre de la empresa no fue brindado por los agentes antinarcóticos. La misma fue fundada por Narváez y un primo hermano de éste, cuyo nombre no fue revelado por estar bajo investigación, de acuerdo con las declaraciones preliminares.
Versiones oficiales de la Policía Nacional Civil de El Salvador, publicadas ayer por medios nacionales de ese país, indican que Narváez trabajaba para una empresa denominada Tech Air, radicada en Nicaragua. Al menos en Managua, esa empresa no está registrada, según las indagaciones periodísticas.
Narváez tripulaba la avioneta con matrícula guatemalteca T-GEZ, modelo Cherokee Piper 180, que aterrizó de emergencia en el Aeropuerto Internacional de El Salvador por falta de combustible. Él y otro piloto de nacionalidad peruana, identificado como Carlos Manuel Salazar, de 40 años, fueron detenidos por las autoridades salvadoreñas tras descubrírseles que trasladaban un alijo de 360 kilos de cocaína en el interior de la aeronave.
“La droga fue descubierta luego que se ordenó un registro de la aeronave porque sus tripulantes mostraron nerviosismo tras haber aterrizado y exigían que se les abasteciera de combustible lo más rápido posible”, según afirmaron agentes policiales a la prensa de El Salvador.
El cargamento, valorado en varios millones de dólares, provenía de la Zona del Canal de Panamá y estaba estratégicamente ubicado en el fondo de cada una de las 21 cajas que, por encima, contenían platos de porcelana.
Actualmente, las autoridades salvadoreñas investigan la documentación que los narcotraficantes traían consigo para hacer aparentar una operación de negocio lícito.
PISTA AEREA EN COOPERATIVA AGRICOLA
Según ha logrado averiguar la Policía Nacional, la empresa que Narváez operaba en nuestro país, utilizaba avionetas monomotor que son utilizadas aparentemente para servicios de fumigación y traslado de productos entre las localidades de Sébaco y el Departamento de Chinandega.
Para despegar y aterrizar en Sébaco las aeronaves de este negocio utilizan una pista aérea de una cooperativa denominada “Tierras Blancas”, ubicada frente a la báscula que el Ministerio del Transporte e Infraestructura mantiene en ese municipio matagalpino.
Un detalle importante brindado por la Policía Nacional indica que Narváez y su primo trabajaban legalmente con su empresa. Además, las autoridades nicaragüenses no han podido establecer si el piloto detenido en El Salvador, tiene antecedentes delictivos y penales aquí.
Por su extenso territorio, Nicaragua posee numerosas pistas clandestinas que son utilizadas por el narcotráfico internacional en su intento por trasladar la droga a los Estados Unidos. Un informe de la Central de Inteligencia Americana (CIA) indica que en nuestro país existen, al menos, unas 159 pistas de este tipo que han sido detectadas por “radares de observación”. Estas fueron utilizadas en la década de los 80 para el aprovisionamiento de armamento a las fuerzas insurgentes de la Contra.