KARLA MARENCO L.
El 56 por ciento de los nicaragüenses percibe que su situación económica está “mal o muy mal” y sólo un 38% de la población urbana del Pacífico, vislumbra que el panorama mejorará para el próximo año, según una encuesta sobre la percepción de la pobreza realizada por dos organizaciones de la sociedad civil.
La investigación a cargo del Grupo Propositivo de Cabildeo e Incidencia (GPC) y el Centro de Investigación y Asesoría Socioeconómica (CINASE), fue ejecutada en febrero de este año en un universo de 1,685 cabezas de familia en las regiones del Pacífico, Central, Managua y el Atlántico, con un nivel de confianza del 95% y un margen de error de menos del 1%.
Se encontraron diferencias considerables entre los resultados de la percepción de la pobreza y la extrema pobreza, al comparar esta encuesta con la Encuesta Nacional de Hogares sobre Medición del Nivel de Vida (EMNV-98) presentada la semana pasada por el Instituto de Estadísticas y Censos (INEC).
En la encuesta del GPC-CINASE se encontró que un 37% de la población vive en la extrema pobreza, mientras que la EMVI-98 dice que es el 17%.
En cuanto a la pobreza, la GPC-CINASE indica que vive en la línea de la pobreza un 82% de la población, mientras que el Gobierno expresa que es un 47%, con una diferencia de 34%.
Otro dato interesante es que un 36% de los habitantes de la capital percibe que vive en la pobreza según la encuesta de la sociedad civil, pero en la ENMV-98 señala que apenas es un 3.1%, para una diferencia de 33%.
Aunque la misma encuesta compara los datos, aclara que no se puede hablar de mediciones de pobreza con encuestas realizadas hace dos años, contrastadas con una realizada en marzo de este año porque “hay que consumir el pescado fresco, acabado de sacar del río”.
El economista Sergio Santamaría, quien presentó la encuesta, explicó a los medios de comunicación que la metodología utilizada para la encuesta es la misma del Banco Mundial que mide la pobreza de dos maneras:
a) La línea de la pobreza, como el gasto anual per cápita necesario para consumir las calorías mínimas y proveerse de otros bienes como alojamiento, ropa, transporte. (Para febrero se estimó un monto anual de 5,362 córdobas).
b) La extrema pobreza, como el consumo anual per cápita de alimentos (para febrero se estimó un monto anual de 2,533 córdobas).
Sobre la pregunta en la encuesta sobre los niveles de pesimismo y optimismo de la situación económica del país, el 41% de la población rural de la Costa Atlántica, opina que estarán peor el próximo año.
Otro dato importante de la encuesta, es que las familias nicaragüenses dedican en promedio un 70% de sus ingresos para el consumo de alimentación, aunque no especifica qué tipo de alimentos.
Cabe señalar que la ENMV-98 midió el gasto efectivo en alimentos y bebidas y reveló que de cada 100 córdobas 15 se compran en carnes y sus derivados, 11 en productos lácteos, 11 para comprar arroz y más de nueve córdobas se gastan tanto en granos (frijol y maíz) como en verduras.
Al consultarse cuál es el principal problema de los nicaragüenses en la encuesta de la GPC-CINASE, un 62% dice que es el desempleo, manifestando a su vez en un 76%, que el Gobierno no ha efectuado ninguna acción importante para resolverlo.
Asimismo, expresa que apenas un 11% de la población percibe que algunos países o instituciones están ayudando con recursos para disminuir la pobreza, un 40% dice que es un poco, contra un 37% que dice que para nada están contribuyendo.