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El pequeño Theo Sullow, campeón matemático de Estelí y nuevo adalid de los derechos individuales, busca dos nuevos triunfos en su corta y meteórica carrera: que el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes (MECD), derogue la disposición con la que quisieron eliminarlo, y situarse en los lugares cimeros del concurso nacional de matemáticas.
Una semana atrás, Theo, de origen alemán, pero viviendo en Estelí desde hace ocho años, era “un muchacho normal” del Preuniversitario “Leonel Rugama”, a quien sus compañeros de clase y sus vecinos del Barrio Panamá Soberana ya estaban acostumbrados.
De pronto, de la noche a la mañana, el niño fue elevado al estrellato al encontrarse con la férrea resistencia de la delegada departamental del MECD, profesora Mercedes García, que rechazó inscribirlo para participar en la final de las olimpíadas matemáticas del departamento, aduciendo que el largo copete castaño que a veces le cae sobre la frente, iba en contra de los reglamentos.
En éstos se señala la forma en que se espera vistan los estudiantes, y la profesora García decidió que eso era suficiente para rechazar al muchacho, pese a haber clasificado en la eliminatoria municipal, y a su excelente historial académico refrendado por la profesora Doris Miranda, directora del Preuniversitario.
Ahora que Theo ganó el torneo matemático departamental para estudiantes de primer año de secundaria, el niño y sus maestros decidieron que se concentre en superar la dura prueba que se espera sea el torneo nacional, mientras ellos (los adultos) comienzan una nueva batalla para lograr que se derogue la normativa ministerial que obliga a los muchachos a prescindir de cortes exóticos, aretes y tatuajes.
Mas Theo no piensa quedarse fuera de una batalla que se comenzó en su nombre. “Vamos a buscar al ministro (Fernando Robleto, titular del MECD), para pedirle que derogue ese reglamento”, adelantó el niño, reclamando para sus compañeritos el mismo derecho que se le ha dado a él.
Su padre, don Humberto Sullow insistió en ese tema al recordar que “no queremos un aval especial para el chelito (Theo), sino para todos los niños”.
REBELION
Ahora que sus padres y maestros sienten que se ha demostrado que los alumnos pueden vestirse como deseen, sin faltar el respeto a las autoridades, tratarán de ampliar ese beneficio a los demás.
La profesora Doris Miranda, directora del Preuniversitario donde estudia el muchacho nica alemán, confirma la “excelencia académica en todas las materias”, que acumula el niño, y asegura que cumple con los valores de solidaridad, compañerismo y respeto a sus maestros, y es aplicado en sus deberes y en el uso correcto de su uniforme, por lo que no ve razones para que se le quiera obligar a cumplir una norma como ésa.
“¿Acaso no es normal que un muchacho se rebele contra las reglas de los adultos?”, preguntó en apoyo a la actitud del pequeño Sullow, a lo que su padre Humberto respondió en alemán: “Der Jugendliche, der Keine Regeln Verletzt, ist schon tot”, o sea, “El joven que no rompe normas, está muerto”.