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La evaluación financiera que se realizó en el Banco Nicaragüense de Industria y Comercio (BANIC) se centró en los préstamos que se dieron durante el proceso de privatización de la institución financiera; sin embargo, los resultados no han sido revelados y siguen guardados con suma discreción.
Ulrich Lächler, representante del Banco Mundial (BM) en Nicaragua, dijo que el Gobierno de Nicaragua les pidió apoyo para realizar la evaluación, la cual fue hecha por una compañía de auditores internacionales para evitar vínculos con nacionales.
La evaluación hizo énfasis en los flujos financieros desde 1998 hasta mediados de 1999, indicó.
Dijo que el objetivo era conocer si existieron irregularidades financieras en el manejo del BANIC y verificar versiones acerca de la canalización de préstamos hacia individuos vinculados al gobierno.
A partir de febrero de 1999 el 51 por ciento de las acciones del BANIC fueron obtenidas por privados (antes eran 100 por del Estado) mediante un proceso de licitación que fue cuestionado por la Contraloría General de la República.
Lächler manifestó que el Banco Mundial quería asegurarse que no existía este tipo de irregularidades, ya que estaban apoyando al Gobierno en el proceso de reformas al sector financiero.
“Se llevó a cabo la evaluación y se llevó a cabo a satisfacción nuestra que se hizo el trabajo que se pidió y ese informe se le dio al Gobierno para que tome las acciones que considere necesarias para corregir cualesquier irregularidad que se pudiera haber dado al respecto”, explicó.
Lächler no quiso revelar los detalles del informe ni los aspectos a corregir, ya que “una evaluación financiera es delicada y en Nicaragua se ampara en el sigilo bancario”, señaló.