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Dentro de dos semanas, Jan Bjerninger cumplirá tres años, y con ellos el fin de su agitada representación diplomática en Nicaragua, esperando lo que con sus propias palabras denomina “hechos concretos” del gobierno en la lucha contra la corrupción.
Durante los primeros meses de 1999, las funciones diplomáticas de Bjerninger como embajador de Suecia, fueron decisivas para garantizar la reunión de la comunidad donante en Estocolmo, mientras en Nicaragua, el ambiente político se caracterizaba por las hostilidad y mutuas acusaciones entre el ex Contralor Agustín Jarquín y el Presidente Arnoldo Alemán.
Dos años después que las relaciones entre el gobierno y la comunidad donante atravesaron por distintas contrariedades, Bjerninger puso en perspectiva las insatisfacciones que a su vez reflejan la posición del denominado “Grupo de los 5 más Japón”.
El embajador sueco aún preside de forma temporal el Grupo de los Cinco más Japón.
“Creo que se han hecho avances importantes en la lucha contra la corrupción, pero lógicamente aún quedan muchas cosas que hacer. Es natural. Para eso va a continuar un diálogo muy franco y abierto sobre lo que quieren hacer, aunque quedamos esperando más hechos concretos en esta área”, señaló.
El diplomático sueco fue condecorado ayer por el Ministro de Relaciones Exteriores, Eduardo Montealegre, en reconocimiento a la cooperación técnica y financiera, pero que desde la perspectiva de ambos, jamás escaparon a los “momentos difíciles”, especialmente en los momentos que la comunidad donante endureció sus condiciones para el ingreso a la Iniciativa de Países Pobres Altamente Endeudados (HIPC).
“Él le ha dado seguimiento a los esfuerzos y acciones concretas que el Gobierno de Nicaragua impulsa para honrar nuestros compromisos, muchas veces en condiciones difíciles. Sin embargo, el verdadero amigo es aquél que está en el lado nuestro, cuando preferiría estar en otra parte”, dijo Montealegre.
“Nosotros sabemos que se han aprobado o se está a punto de aprobar una cantidad de leyes introducidas, como otros asuntos en el sistema estatal que van a hacer más difícil la corrupción. Por ejemplo, la cuenta única que cabe mencionar, también valen destacar algunas privatizaciones que van a dificultar el enriquecimiento ilícito, pero sería mejor esperar”, respondió Bjerninger.
MOMENTOS DIFÍCILES
De esta manera, el representante recordó la forma en que el gobierno y la comunidad cooperante pudo mantener el diálogo, a pesar de las molestias que sus críticas generaron en las principales instituciones del Poder Ejecutivo.
“Hubo momentos en los cuales nos sentíamos insatisfechos, es cierto, pero eso es lógico en un diálogo cuando habían cosas para cumplir y todavía no se han cumplido, o que a veces se cumplen con más lentitud de la que uno piensa”, añadió.
“Enfrentado o forzado, ese sentimiento no lo he tenido. Claro que hubo momentos que pensábamos que hacían falta hechos concretos en algunos aspectos relacionados con la transparencia. Eso es muy bien conocido. Creo que ya ha habido ciertos avances, pero que todavía tenemos la esperanza de que van a haber más avances en este sentido, más importantes”, concluyó.