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La renuncia oficial de Agustín Jarquín al Consejo Superior de la Contraloría colegiada fue aceptada casi por unanimidad, dejando el camino abierto para que entre un sandinista al cuerpo colegiado y quede así consumado el acuerdo entre liberales y sandinistas de repartirse los cargos tres y dos.
Minutos después de que Jarquín presentara su renuncia ante el Presidente interino del Parlamento, Oscar Moncada, el plenario la aceptó con 73 votos a favor y cuatro abstenciones.
“En lo personal, a mí me causa profunda tristeza que se produzca esta renuncia porque si la vemos en el contexto en que se da, no sólo produce tristeza, sino un cierto asco. La Contraloría colegiada, producto de los acuerdos PLC – FSLN ha mostrado, casi a raíz de su nacimiento los defectos que ya augurábamos”, opinó la diputada sandinista Mónica Baltodano.
Sin embargo, la opinión de Baltodano fue refutada inmediatamente por su compañero de bancada Bayardo Arce, al hacer notar que la renuncia de Jarquín había sido anunciada desde inicios del año.
“Está claro que no es porque ahorita están sucediendo cosas. Es una renuncia anunciada desde hace muchos meses y que circunstancias políticas alrededor de él no le había permitido materializarla. Creo que no es válido usar esta coyuntura, para hacer al menos en la Asamblea, rejuegos politiqueros”, respondió.
PRIMERO CONVOCARON AL SUSTITUTO
Jarquín había anunciado su retiro de la CGR desde que el Parlamento aprobó las reformas a la Constitución Política para convertir a la Contraloría en una organismo colegiado, situación que conllevó a restarle sus facultades como Contralor General.
Si bien la renuncia fue admitida casi por unanimidad, Moncada prefirió primero convocar a la elección de su sustituto a inicios de la próxima semana, aceptando después que los diputados voten la misma.
En el marco del pacto que ha reformado a la Contraloría el candidato que sustituirá a Jarquín es un sandinista, y se espera que sea el banquero Luis Angel Montenegro, anunciado el martes por Daniel Ortega.
Por su parte, Jarquín informó que su renuncia se hará efectiva a partir del 16 de julio próximo y posteriormente se dedicará a las labores de una fundación y a trabajar dentro de la iniciativa “Nicaragua para Todos”.
Jarquín no quiso admitir que se integraría de lleno a la política partidaria y a buscar una candidatura electoral, y más bien dijo que tratará de contribuir a que “en Nicaragua podamos arribar a un proyecto de nación que contribuya a que resolvamos con éxito los complejos problemas que actualmente tiene nuestro país, el deterioro de la gobernabilidad, la lucha contra la pobreza, esfuerzo que requiere del concurso de todos, francamente, que tenemos que hacerlo con generosidad y apertura, sin olvidar el pasado, poner la vista más hacia el futuro, ese es el enfoque que tengo”, expresó Jarquín.
A partir del 16 de julio, Jarquín quedará despojado de su inmunidad, no obstante, externó que no teme a los riesgos que implica la salida de la entidad fiscalizadora de enfrentar posibles acusaciones por su gestión que inició en abril de 1996.