MEXICO (AFP).- Decenas de millones de mexicanos asisten hoy a las urnas en una crucial e histórica elección, que podría poner fin a 71 años de gobierno ininterrumpido del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En estas elecciones, además del presidente para el período de seis años que se inicia el 1 de diciembre, se renovará la totalidad de parlamento federal bicameral, el jefe de gobierno del distrito federal (el segundo puesto con mayor influencia política en el país) y los gobiernos de dos estados: Guanajuato y Morelos.
La votación, que se habilitará entre las 13H00 GMT de hoy domingo y las 01H00 GMT del lunes, será controlada por más de un millón de personas entre funcionarios de mesas receptoras de sufragios, fiscales de los partidos en pugna y observadores mexicanos y extranjeros.
En México el voto es optativo y tradicionalmente asisten a las urnas alrededor del 50% de los habilitados, que en esta ocasión alcanzan a 58.7 millones de personas.
Los ciudadanos elegirán entre cinco candidatos a la jefatura del Estado para el período 2000-2006, pero dos de ellos aparecen como favoritos y en una cerrada lucha de pronóstico imposible. La lucha está dada entre el oficialista Francisco Labastida (57 años y tres veces ministro, además de gobernador y embajador) y el conservador populista, empresario y ex gerente de multinacionales Vicente Fox, de la Alianza por el Cambio, integrada por el conservador Acción Nacional y el Partido Ecologista.
Además postularon para la presidencia al centroizquierda Cuauhtémoc Cárdenas -de la Alianza por México, tercero en los sondeos-, el socialdemócrata Gilberto Rincón y el centrista Manuel Camacho, estos dos últimos con un apoyo minúsculo de acuerdo con las encuestas.
Lo cerrado de la lucha acentuó los temores de irregularidades sea mediante fraude o presiones para la compra del voto, en un país con una larga y folclórica historia sobre arreglos y alquimia electoral.
En ese marco, un total de 860 observadores extranjeros solicitaron su acreditación ante las autoridades mexicanas, el 48% de ellos procedentes de Estados Unidos, entre los cuales está el ex presidente Jimmy Carter.
Además entre las autoridades electorales federales y las de distintos estados fueron aprobadas más de 80,000 demandas de credencial de observador.
A ese ejército se sumarán los fiscales de los partidos que podrán desplegar un máximo de dos representantes en cada una de las más de 113.000 casillas de votación, aunque se estima que sólo las tres agrupaciones mayores (el PRI, la Alianza por el Cambio y la Alianza por México) tendrán veedores en todo el país.
Al mismo tiempo, los habitantes del Distrito Federal elegirán un nuevo jefe de gobierno y allí todas las encuestas -prohibidas hace más de una semana- daban como triunfador al centroizquierdista Andrés López Obrador, lo que revalidaría el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas cuando en 1997 logró más del 50% de los sufragios en la capital mexicana.
La ley seca, prohibición para la venta de bebidas alcohólicas, regirá durante este domingo en todo el país, pero en la ciudad de México tuvo vigencia a partir del sábado.