- Cálculos
moderados
señalan que en ese centro
diariamente
hacen negocios unas cinco mil personas - Como en todos los tiangues nicaragüenses ahí se da una sorda
competencia entre las vendedoras de “afuera” y las de “adentro” - Ya el mercado de Masaya
tiene nivel
extra
departamental, allí llegan compradores de Managua, Carazo,
Granada y
hasta de Río San Juan
LEOPOLDO [email protected]
MASAYA.– Si el ordenamiento del Mercado Municipal “Ernesto Fernández” ha causando dificultades con las locatarias, otro problema mayor lo constituyen las intrincadas conexiones y redes de alambres eléctricos que existen en este centro de comercio, las cuales representan un serio peligro para los tramos construidos de madera, y sobre todo para la vida de las personas que pululan por el local.
“El sistema eléctrico es obsoleto, por doquier hay alambres de bajo calibre que fácilmente pueden sobrecalentarse y causar problemas”, señala el gerente del mercado, licenciado Sidar Mena, quien agregó
que ya hizo la solicitud a la Empresa Nicaragüense de Energía (ENEL), para que se haga cargo de los trabajos de revisión y evitar así cualquier tragedia.
Mena señaló que desde el año pasado solicitó a ENEL que se hiciera cargo de ordenar la parte eléctrica del mercado de los masayas, pero los empleados adujeron que carecen de un plano y no saben cómo está distribuido el sistema eléctrico del local.
El alambrado de conducción eléctrica es subterráneo y hasta el momento no se ha podido lograr que las líneas sean externas. “Es cierto que siendo internas son más seguras, pero en una emergencia no sabrían dónde ocurre un cortocircuito, que en el aire se localiza más fácil”, aseguró Mena.
Otra necesidad urgente en el mercado es la colocación de hidrantes y que éstos se mantengan alejados de los tramos de los comerciantes para que en caso de emergencia no se dificulte el trabajo de los bomberos.
Sobre ese aspecto ya se tuvo una experiencia lamentable cuando surgió un corto circuito y las llamas hicieron ceniza varios tramos porque los apagafuegos perdieron mucho tiempo en la conexión de mangueras en medio del alboroto de la gente.
ORDENAMIENTO PROVOCA ALBOROTO
Para la intendencia del mercado ha sido un problema el ordenamiento de los comerciantes que en los últimos días han formado un gran alboroto ante estos reclamos. Las que están ocupando tramos en el interior del mercado se quejan de la competencia desleal que les hacen las que se ubican en la calle de acceso en el sector sur.
Comerciantas como Zobeyda Dávila aseguran que las mujeres que están dentro del mercado ocuparon los mejores lugares y a ellas las ubicaron al fondo, donde no llega la gente.
Por eso decidieron salirse a la calle y vender allí, tal como lo han hecho desde hace varios años.
Sin embargo, para Aura Oliva Vásquez Calero, dijo que “en el mercado hay lugar para todas” y no mira cuál es el problema, aunque señala que las de “afuera” les están haciendo competencia, porque los marchantes de carro no entran al mercado y compran allí, sin bajarse del vehículo.
Culpó a la Intendencia de ser muy suave al no exigirle a esa gente que desaloje la calle. “O es que no quieren que esto se ordene mejor”, se preguntó.
En el mercado alcanzan 1,500 comerciantes conocidas popularmente como las “huerteras”, las que vende granos básicos y hortalizas. Sin embargo, se sabe que en el mercado de Masaya hacen negocio unas 5,000 personas.
Muchas vendedoras que están en la calle piden que las coloquen más al sur donde es más nutrida la concentración de comerciantes de diversos productos que proliferan de manera desordenada. Algunos dicen que éste es un segundo Mercado Oriental como el de Managua, pero hay poca delincuencia debido a la estricta vigilancia.
A Masaya llegan a comprar comerciantes de los mercados de Managua, Estelí, León, Jinotepe, Diriamba, San Carlos, Río San Juan, Matagalpa, Jinotega, Masatepe, San Marcos, Rivas, etc.
PROBLEMAS RESUELTOS EN PLENA PAZ
“Las del sector carnes, después de manifestar algunas inconformidades, entraron al tiangue sin necesidad de apelar a la fuerza pública, así pienso que va ocurrir con las huerteras”, dijo el gerente Sidar Mena.
Otro sector a ordenar es el de los mariscos, que se les van a acondicionar mejor sus tramos proveyéndolos de un drenaje para evitar malos olores, lo que hace que muchos turistas pasen rápido por el lugar.
Se nota que hay preocupación para darle al Mercado de Masaya un mejor aspecto, “se pretende el mejoramientos de módulos en su interior y si hay construcciones inadecuadas en la entrada principal, se comprende que la gente necesita buscar la vida honradamente”, puntualizó Mena.
ES UN VERDADERO MOSAICO
El ordenamiento del Mercado de Masaya se está haciendo difícil y los clientes que a diario llegan se encuentran de repente caminando en medio de pipianes, tomates, ayotes, cebollas, ropa interior, chinelas, perfumes, canastos y fantasías.
O lo contrario, en las abarroterías hay fritangas, en las ventas de ropa usada hay comidería, sastrería, joyería, objetos múltiples de plástico que hacen del Mercado de Masaya un verdadero y típico mosaico.
Algo más, en el sector de mariscos usted encuentra sacos de carbón, arroz, pollo, queso, desodorante, ropa, calzado, etc.; en la venta de hamacas, joyería, típicos y zapateros remendones. Hay un molino junto a una venta de vaho.
La gerencia del mercado señala que es difícil ordenar a los comerciantes, pero éstos no comprenden que es mejor para ellos estar ubicados en un solo sector.
Además algunos ya estaban establecidos y creen que si son trasladados a otro lugar no van a vender, como es el caso de los vendedores de productos perecederos que han formado un solo alboroto, sin pensar que la gerencia del mercado invirtió 300,000 córdobas para que no estuvieran en el lodo.