(EFE)
Caracas.— El caso del supuesto agente cubano Juan Alvaro Rosabal, quien pidió asilo en la Embajada de Nicaragua en Venezuela, no enturbiará las relaciones entre Caracas y Managua, afirmaron las autoridades de ambos países.
El embajador nicaragüense en Caracas, Alvaro Sansón Román, aseguró que la Cancillería de su país “dará la celeridad necesaria a la petición de asilo político y tomará la decisión más conveniente al respecto”.
En una conferencia de prensa el diplomático señaló que aceptó (el jueves), por “razones humanitarias”, la entrada en el Consulado nicaragüense de Rosabal, tras decir que se sentía “amenazado”.
El caso del supuesto agente cubano, quien el viernes pasado dijo que estaba en Venezuela desde agosto de 1997 efectuando labores de adoctrinamiento pro comunista en los barrios pobres del país, estalló en las manos de las autoridades venezolanas en víspera de las inminentes elecciones múltiples.
Sansón aseguró que independientemente de la resolución que tome Nicaragua, el caso no enturbiará las “excelentes relaciones” que históricamente han mantenido los dos países.
En ese sentido, el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, José Vicente Rangel, declaró a la prensa, en la sede de la Cancillería, que su país “aceptará lo que Nicaragua decida, porque somos respetuosos del derecho internacional de asilo”.
Rangel agregó que si el país centroamericano no concede el asilo a Rosabal, su Gobierno pedirá a la Fiscalía General que se haga cargo del caso.
Sin embargo, el abogado Ricardo Koesling, defensor del ciudadano cubano, explicó a la prensa que, si no se le da el asilo (a Rosabal) la Embajada nicaragüense lo pondrá en manos de un país amigo, “nunca a Cuba”.
Rosabal, de 34 años y oriundo de la ciudad cubana de Matanzas (este de La Habana), denunció el viernes pasado que más de un millar de supuestos agentes cubanos estaban infiltrados en Venezuela desde 1997 para adoctrinar a militares y civiles del país.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, ordenó la inmediata detención de Rosabal para que diera explicaciones sobre su denuncia, y también del abogado del presunto agente cubano, Ricardo Koesling, quien acusó al Gobierno venezolano de “aterrorizar” a su defendido.
Sansón detalló a los periodistas que el jueves pasado Rosabal “tocó el timbre y entró” con los nervios “exaltados” al Consulado nicaragüense acompañado de su abogado.
Después de tranquilizarlo e invitarlo a almorzar, Sansón contó que Rosabal le detalló las dificultades que pasó cada vez que intentó pedir ser recibido en otras dos misiones latinoamericanas y una europea, que se negaron a ello invocando el principio internacional de extraterritorialidad, que dice que se denegará el asilo político a quien no sea nacional del país.
“Respeto a mis colegas, pero no comparto ese criterio por razones humanitarias”, declaró Sansón, quien está al frente de la Embajada de Nicaragua en Caracas desde hace casi un año.
Koesling indicó a la prensa que supone que a los funcionarios diplomáticos “les dieron órdenes de no abrirles la puerta” a él y a su defendido cuando los vieran.
El abogado manifestó con tono de desilusión que se sintió “sorprendido” con la actitud de las embajadas acreditadas en su país que se negaron a recibirlos.
Por su parte, el embajador declaró que sería entrar en “especulaciones” adelantar cuál será y cuánto tiempo tardará su Gobierno en decidir sobre el asunto del asilo a Rosabal.