- “Entonces debo esperar, o comprar en otro reparto más accesible… Yo pienso cuidar mucho el dinero que gane… Mi idea es firmar un contrato por tres años que sea bueno, y para eso, necesito convencer como relevista, preferiblemente como cerrador… No gano mucho pero estoy ahorrando, y vendrán tiempos mejores”
EDGARD TIJERINO M. [email protected]
DESDE FILADELFIA-. Igual que cuando debutó en las Mayores, Vicente Padilla sigue siendo el primero en llegar al Estadio… Pero no lo hace para horas extras de ejercicios musculares en busca de la mayor flexibilidad posible y el fortalecimiento de piernas como “El Duque” Hernández, sino como parte de su disciplina.
Frente a su locker, en el cual destacan unos ocho pares de spikes y tenis, Vicente parece sumergirse en su soledad… A esta altura, su inglés estás en el kilómetro cero, y le digo que siendo joven, debe apurarse…
“El próximo año voy a someterme a un aprendizaje”, responde, y agrega: “por ahora sé lo que es un slider, una fast ball, un change y las señas del catcher sólo tienen un idioma… no problems”… Algo extraño, él se ríe cuando dice eso.
Difícilmente levanta la vista cuando conversa y puede pasar largos ratos en su butaca antes de uniformarse, como si estuviera meditando.
Su mente, cuando no está en el estadio, viaja a Nicaragua… “Quizás me quede unos dos días en Miami después de la última serie con los Marlins y salga hacia Nicaragua, rumbo a Chinandega con escala en Managua”.
Su padre falleció víctima de un problema cardíaco y su madre, es junto con su hijita, las únicas preocupaciones que tiene.
-¿Retirado de las mujeres?
“En cierta forma, sí, porque no pude manejar algunas situaciones más complicadas que pitchearle a Sosa y McGwire con bases llenas… Mientras estás batallando por establecerte, no debes de tener perturbaciones… En estos momentos me siento tranquilo”.
-Su sueño es una finca allá en occidente y una casa en Managua.
“Yo soy hombre de campo. Toda mi infancia y juventud la pasé en el campo con mi padre y mis hermanos. Compré una casa en Chinandega, donde vivo con mi madre, pero me gustaría una en Managua en un reparto seguro… Yo le tengo miedo a muchos sectores en la capital y pienso que en sitios como Santo Domingo, sería bueno comprar… Esas casas pueden costar 50 mil dólares”.
-No… La que compró Denis Martínez le costó casi 260 mil.
“Entonces debo esperar, o comprar en otro reparto más accesible… Yo pienso cuidar mucho el dinero que gane… Mi idea es firmar un contrato por tres años que sea bueno, y para eso, necesito convencer como relevista, preferiblemente como cerrador… No gano mucho pero estoy ahorrando, y vendrán tiempos mejores”.
Bueno, recibir un cheque próximo a los 10 ó 12 mil dólares quincenales, no es un mal salario.
“Es parte del salario mínimo en Grandes Ligas”.
-Con el tiempo, podrías pensar como Chévez, Green, Albert Williams, Denis, Alyea y decidir quedarte a vivir aquí.
“No, yo soy de allá… Es en Nicaragua donde me siento bien”.
-¿En qué gastás más?
“Un poco en ropa, y en ciertas cosas”, responde, pero luce una gruesa cadena de oro, un fuerte brazalete y un buen reloj, no de casi 20 mil dólares como el que lleva Marvin al Estadio.
-¿Cómo te llevás con la comida?… Te veo adquiriendo volumen muscular.
“Estoy en 218 libras, pero están bien distribuidas… Prefiero la comida de Nicaragua por el sabor que tiene, no la de aquí… No creo que pueda acostumbrarme”.
-¿Ya tenés apartamento aquí en Filadelfia?
“No, porque el mínimo de renta es de cuatro meses y sólo faltan dos para que termine la temporada… En estos momentos, el equipo está pagando el hotel, pero cuando regresemos de la gira, será responsabilidad mía… Puede que me quede en un hotel y hasta el próximo año rente un apartamento”.
Vicente Padilla, una esperanza que crece, tratando de pitchearle al futuro… Una dura tarea, sobre todo cuando estás aquí, sólo en compañía de un teléfono celular, que desearía llevarlo al montículo y esconderlo dentro de su guante.