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La arrolladora carrera hacia las Mayores de Adrián Hernández, planificada y ejecutada por su novia-apoderado y que culminaría en una reunión de “duques” en el Yankee Stadium en septiembre, se ha descarrilado por lesión.
El lunes por la noche en Pawtucket (donde juega el equipo triple A sucursal de los Medias Rojas de Boston), un bateador aguantó el swing y sacó un machucón por la raya de tercera. Hernández, que es un excelente fildeador, tomó la pelota y tiró a tercera al mismo tiempo que se resbalaba y su rodilla izquierda se le dobló, y aparentemente ha sufrido un desgarre de ligamentos.
Irónicamente, al salir desviado el tiro, el antesalista de los Clippers de Columbus, Kevin Orie, tratando de evitar un encontronazo con el corredor al mismo tiempo que buscaba la pelota se lesionó un pie y también quedó fuera para el resto del año. A ese batazo se le puede llamar “el machucón macabro”.
Después que la novia de Hernández, Michelle Aguirre, planificara y ejecutara una espectacular (por lo callado) salida por el aeropuerto de La Habana, y después de recabar en en terceros países y que los Yanquis de Nueva York ganaran la subsiguiente subasta) el debut del “Duquecito” fue excelente.
En su única apertura en clase A (no hubo necesidad de más) ponchó a 13 en 6 2/3 innings mientras dejaba en tres hits al Fort Myers. Irónicamente su receptor fue Michel Hernández, también escapado de Cuba. Con 1-0 y 1.35 de efectividad pasó al Norwich, doble A.
Con los Navegantes tuvo marca de 5-1 y 4.04, y subió el siguiente peldaño. En cinco aperturas con el Columbus lleva 2-1 con promedio de carreras limpias de 4.40. Total en su primer año profesional, ocho victorias y dos derrotas. Iba directo “p´arriba”.
Cuando Adrián llegó a Industriales su ídolo, Orlando “Duke” (a como se escribía entonces) Hernández estaba suspendido por sospechas de querer imitar a su hermanito menor, Liván (las sospechas eran ciertas). No solamente “El Duquecito” había copiado todos los movimientos de Orlando, también pidió el uniforme con el número 26 que usaba su mentor. Le fue negado.
Se imaginan en septiembre de este año, cuando se suponía que “El Duquecito” iba a llegar a los Yanquis. “¿Qué te parece si compartimos el número, el que le toque lanzar usa el 26?”, quizás le hubiera dicho Adrián a Orlando. Ahora tendremos que esperar hasta la primavera para ver a los dos “duques” en acción con los Mulos de Manhattan…
LA PULPERIA
Calladamente, el inicialista de los Saraperos de Saltillo, el dominicano Luis de los Santos (también juega tercera) rompió una de las marcas más antiguas y queridas del beis mexicano: los 35 juegos consecutivos dando al menos un imparable del cubano Roberto Ortiz dando al menos un imparable, implantado en 1948. De los Santos llegó a 36… David Pérez Montenegro, cargabates del Norte, saluda a su familia en Jinotega. Ni comparación entre este muchacho y el de Boston.