- El resultado fue las elecciones más limpias de la
historia
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El presidente del Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE), de México, José Woldenberg, aseguró que la clave para lograr la transparencia en las elecciones recién pasadas en la nación azteca, fue la separación de los partidos políticos en la toma de decisiones.
Woldenberg que visita Nicaragua desde la noche del jueves, atendiendo invitación del Grupo Cívico Etica y Transparencia y del Consejo Supremo Electoral (CSE), brindó una conferencia magistral acerca del proceso electoral que obtuvo excelentes resultados de civismo entre la población mexicana y que dio la victoria al presidente electo Vicente Fox del Partido Acción Nacional.
El funcionario mexicano se mostró cauteloso al emitir opinión sobre la organización del proceso electoral nicaragüense y respecto a la conformación partidarista del Poder Electoral, resultado del pacto libero sandinista.
Recordó que los integrantes del IFE resultaron de un acuerdo de cuatro partidos políticos mexicanos, no obstante, aclaró que “una vez que se nombraron los consejeros electorales, actuamos apegados a la ley y a través de los circuitos de deliberación del propio Instituto. No guardamos ninguna relación de dependencia con quienes nos postularon”.
PARTIDOS CON VOZ, PERO SIN VOTO
“Los partidos están representados en el IFE, con voz pero no con voto”, dijo Woldenber, quien enfatizó que aún cuando el modelo electoral mexicano obtuvo excelentes resultados “no es un modelo pensado para la exportación”.
Manifestó que en el transcurso de las elecciones mexicanas, los consejeros electorales “tratamos siempre de mantener relaciones fluidas con todos los candidatos, partidos y coaliciones políticas”.
Wondelberg, manifestó que en México para que un partido político pueda constituirse y obtener el Registro oficial del IFE, requiere tener el 0.13% de militantes en relación al último padrón electoral, es decir unos 70 mil electores.
Wodenberg concluye hoy su visita, después de desayunar con el Presidente Arnoldo Alemán