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El potencial frutícola de Nicaragua que está en manos de pequeños y medianos productores, no ha contado con el respaldo adecuado. LA PRENSA/ARCHIVO.

Fruticultura ofrece amplias oportunidades

Falta una política dirigida al sector, pues aún hay problemas de financiamiento y asistencia técnica Estas industrias eran propicias para mejorar los canales de comercialización. Ahora los productores de frutas no tienen otra oportunidad donde entregar su producto más que el mercado, la mayor parte del tiempo saturado, pues la demanda no es suficiente María […]

  • Falta una política dirigida al sector, pues aún hay problemas de financiamiento y asistencia técnica
  • Estas industrias eran propicias para mejorar los canales de comercialización. Ahora los productores de frutas no tienen otra oportunidad donde entregar su producto más que el mercado, la mayor parte del tiempo saturado, pues la demanda no es suficiente

María Antonia López [email protected]

La agroindustria nacional no representa tendencias de crecimiento, por el contrario, los productos potenciales en su mayoría no tienen atención especial y el futuro predestinado es el colapso, indicó Rodolfo Munguía Hernández, director del departamento de Fruticultura de la Universidad Nacional Agraria.

El mayor potencial está concentrado en la pequeña y mediana producción. Sector que no ha recibido la atención debida.

“Hay problemas de acceso a crédito para potenciar la capacidad productiva y carecen de información tecnológica” refirió Munguía sobre la labor que desarrollan pequeños y medianos industriales con productos semi-elaborados.

“No ha habido capacitación a pequeños artesanos de frutas o vegetales a pesar que en los mercados se encuentran muchas cosas elaboradas por la pequeña y mediana industria nacional”.

Consideró que otro factor que incide negativamente en la producción agroindustrial es el exceso de importaciones de productos agroindustriales, permitidos con la política de libre mercado y reforzados con los Tratados de Libre Comercio.

Recordó que en el país se han dado dos intentos para el procesamiento agroindustrial de la fruta, la planta de San Marcos, Carazo, de la Asociación de Productores No Tradicionales (Apronot) y la empresa Ifrugalasa. Ambas se habían convertido en un fuerte canal de comercialización para los productores, pero algunos problemas con la tenencia de la propiedad y la administración de los proyectos causaron el cierre de ambas.

Estas industrias eran propicias para mejorar los canales de comercialización. Ahora los productores de frutas no tienen otra oportunidad donde entregar su producto más que el mercado, la mayor parte del tiempo saturado, pues la demanda no es suficiente.

Además deben enfrentar las desventajas que implica usar intermediarios para poder comercializar. “En todos los rubros los intermediaros se quedan con la mayor parte de la ganancia”.  

Economía

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