- Uno de los municipios que conserva su riqueza forestal, se ha repoblado con emigrantes, incluso de Costa Rica, tan es así que sólo el 19 por ciento en edad de votar, es nata del lugar. Pese al olvido por parte del Gobierno Central, su población lucha por dinamizar la economía y dirigirla hacia el ecoturismo
- En la Cooperativa de Pesca Indio Maíz hay constituidos 47 pescadores, y 20 que son migratorios —vienen sólo en la temporada, es gente nuestra que vive en Barra del Colorado —llegando a mover hasta 80 pescadores.
Tania Jiménez PenhaColaboradora/Río San Juan
En nada se compara al emporio económico de su época de oro. A pesar de ser San Juan del Norte, el municipio más viejo de Nicaragua, no lo es su infraestructura y nueva vida que tiene apenas 10 años, después de cuatro incendios.
El último de los siniestros ocurrió en 1984 cuando la columna ARDE liderada por Edén Pastora lo dejó en escombros, condenando a su población al exilio.
En 1988 comenzó al repoblamiento de San Juan del Norte, por Alto Comisionado para las Refugiados de Nicaragua (ACNUR) con 25 familias de las 500 autóctonas que se habían ido a Bluefields, San Carlos y gran parte a Limón, Costa Rica, y se encontraban en los campamentos de refugiados.
Al tratar de incorporar a los antiguos pobladores de San Juan del Norte sólo se logran repatriar 25 familias, siendo sólo el 5.5 por ciento de su población originaria del viejo San Juan.
Las presiones por repoblar el lugar, hace que acepten migrantes mestizos que estaban presionando por tierras, gente del Atlántica e indios Ramakay. Estos tres últimos grupos migratorios ocupan el 80 por ciento de la población actual.
Cabe destacar que los jóvenes del período de 1984 y 1988, muchos nacieron en Costa Rica y otros lugares donde la población se disgregó. Según registros de la verificación electoral del Consejo Supremo Electoral, en San Juan del Norte sólo el 19 por ciento de la población en edad de votar es propiamente originaria del lugar.
Interés por dinamizar economía
A pesar de su legado histórico, hoy lo que sobresale en el municipio es el interés de su población en dinamizar su economía para dirigirla hacia el ecoturismo, donde la pista de aterrizaje vendría a fortalecer la economía local, al darle un acceso rápido a turistas y lugareños, quienes sólo pueden viajar dos veces por semana remontando 199 kilómetros por el Río San Juan.
Por esta razón el 80 por ciento de los productores que abastecen el mercado local provienen de Costa Rica, desde las gaseosas, hasta ropas y verduras, lo cual ocasiona problemas en un mercado dominado por el colón.
En menos de dos años San Juan del Norte luce cara nueva. Obras del FISE como el Comedor Infantil, el Puesto de Salud, la Casa de la Justicia que recién estrena juez, la Escuela Angélica Mongrío y el muelle. Un ambiente remozado donde la tranquilidad y el sopor de los cálidos veranos sanjuaneños, compiten con las obras de progreso como se observa en otros municipios de Río San Juan.
Memorias del Tío Pum
Su mamá sólo le decía Punay. Cuando creció, se dedicó como muchos a los cortes de madera que era el combustible de los barcos de la época. Como era el mayor de todos los madereros, “me pusieron de un solo viaje Tío Pum y así me quedé”.
Cuando llegamos al Hotel Británico -propiedad de la Embajada Británica- el hospedaje más barato de la región Tío Pum, salió inmediatamente a recibirnos, luego descubrimos que Horacio Baars Ballesteros, es su verdadero nombre.
Tío Pum nace el 28 de febrero de 1918. Es sin lugar a dudas un gran contador de historias del viejo San Juan: amanece cantando boleros y canciones británicas, anochece sentado en el porche del hotel conversando con los turistas y huéspedes sobre el San Juan que añora. Refirió a LA PRENSA que en las ruinas del San Juan Viejo, que esta cubierta de malezas sólo quedan los vestigios del cementerio Británico, porque “cada raza tenía su cementerio: los católicos, la raza negra y los británicos que estaban junto con los americanos”, sostiene.
Dijo que cuando se moría alguien era una verdadera odisea, “la tierra aquí es pura arena, había que cavar ya cuando estaba muy cerca de enterrar el muerto, mientras el sacerdote hacía la ceremonia teníamos que cavar de nuevo porque todo se desbarrancaba”, indicó.
Fiestas y Tradiciones del Viejo San Juan
“Aquí la gente se divertía sanamente. Los días santos eran respetados, todos con Dios en el corazón y sólo en latín la misa”, relata. El 24 de junio se celebraba a San Juan Bautista, “era un fiestón, se elegía a la reina de la simpatía, se jugaba con el gallo enterrado, el palo lucio, los encostalados”, comenta.
Se remonta a tiempos pasados y agrega que “la fiesta de despedida de año era una de las más alegres. Competía con la de San Juan y la de mayo. La gente se disfrazaba, nadie conocía quién era el Viejo del Monte que representaba el año que se iba, que luchaba con el año nuevo. Mujeres con grandes nalgas y panzas, que eran hombres disfrazados. Don Belisario Peters tenía todas esas cosas guardadas, máscaras que vinieron de Africa.
El legendario emporio del Coco
Samuel Beadfore, administrador de “Cangrejera”, cuenta que desde La Bocana hasta punta Roca, los Brauthigan tienen aproximadamente 800 hectáreas plantadas de coco.
Esta gran propiedad, según cálculos de don Samuel, se remonta a los años treinta. Su dueño era Jarry Brauthigan -hijo de padre suizo y su madre miskita- después de su muerte, quien hereda es su esposa Lucile Ortega de Brauthigan, pero se encargó del negocio su yerno, el panameño Roberto Vega.
Actualmente los trabajadores de “Cangrejera” son 25 que faenan desde el corte, hasta la copra (última parte del proceso de extracción del coco). Realizan estas actividades de forma artesanal, sólo la industrialización del aceite de coco es hecha por las industrias costarricenses.
¿Cómo se hace el aceite de coco?
Para los amantes de la comida caribeña como el “rice and bean” conviene saber que ese aceite que se compra en San Juan del Norte es extraído de forma artesanal, nos explican; “en la leche del coco, está el aceite.
* El coco se ralla y se exprime para sacarle la leche, se deja de un día para otro para que se corte. O se corta con agua de mar (agua salada). Se separa de la nata, y se pone a cocer, cuando se evapora el agua queda sólo el aceite”.
Paraíso de la langosta, un mito
* Los pescadores se quejan del abandono y de la necesidad que el Gobierno Central los apoye a través de donaciones para dinamizar una economía que no es permanente, la pesca artesanal es por temporada, son 3 meses de langostas para 9 sin trabajo.
* “Este año por ejemplo la langosta pintó en junio y viene a mover apenas un cuarto de necesidades de la gente de San Juan del Norte”, dijo Enrique Gutiérrez Espinosa, secretario de la Cooperativa de Pesca y Coordinador de la Asociación para el Desarrollo del Proyecto Vivienda.