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Muchos de los reos del Sistema Penitenciario de Chinandega se encomiendan a Jesús de la Buena Esperanza por un cambio en sus vidas. Inserto, Jesús de la Buena Esperanza, santo patrono de los reclusos. LA PRENSA/CAROL MUNGUIA.

Prisioneros celebran a Jesús de la Buena Esperanza

En el Sistema Penitenciario de Chinandega, la celebración fue todo un evento. Los familiares de los reos ofrecen al santo “milagros” de oro y plata que semejan a las cárceles. Para la ocasión 45 reclusos, entre hombres y mujeres, participaron en el oficio religioso En el penal reciben otros donativos por parte de la Comisión […]

  • En el Sistema Penitenciario de Chinandega, la celebración fue todo un evento. Los familiares de los reos ofrecen al santo “milagros” de oro y plata que semejan a las cárceles. Para la ocasión 45 reclusos, entre hombres y mujeres, participaron en el oficio religioso
  • En el penal reciben otros donativos por parte de la Comisión Regional Penitenciaria y personas altruistas que reparten alimentos en fechas especiales

Carol Munguía – [email protected]

CHINANDEGA.- Los prisioneros devotos de Jesús de la Buena Esperanza, en esta ciudad, celebraron al santo patrono de los presos. El momento fue compartido por familiares que aprovecharon que el santo está expuesto para colgarle “milagros”, que por lo general son cárceles de oro y plata.

Enrique Ramírez Romero, de 65 años, es el mayordomo del “patrono de los internos” desde hace más de 15 años. “Yo pedí por la libertad de mi hijo que sufrió la privación de su libertad en tiempos del sandinismo”, recordó con tristeza.

Desde entonces se encarga del arreglo de la Iglesia Santa Ana, cuyo párroco, Monseñor Miguel Angel Padilla es una de las piezas claves para llevar ayuda espiritual y alimentación a los reclusos.

“Quienes más ayudan al penal es la Iglesia Católica y la Evangélica”, dijo el Capitán Luis Félix Urbina Cruz, Jefe del Sistema Penitenciario, quien autorizó la salida de 45 reclusos para la actividad religiosa, entre ellas todas las mujeres privadas de libertad.

Urbina explicó que en la etapa de adaptación los prisioneros llegan con stress, violentos e inquietos y es en ese momento que los grupos religiosos juegan un importante papel porque desde ahí se observa su rehabilitación, cambios en su conducta y disciplina, dijo.

En el penal reciben otros donativos por parte de la Comisión Regional Penitenciaria y personas altruistas que reparten alimentos en fechas especiales.

w La conmovedora historia del patrono de los prisioneros

En una ciudad de España, vivía un matrimonio católico, cuyo jefe de familia quedó un día sin trabajo. Después de varios días de difícil situación sintió el deseo de recurrir y pedirle protección al Señor de la Ultima Esperanza.

Con esta decisión encaminó sus pasos al templo de San Agustín, donde se encontraba la sagrada imagen y entró a rezar, prometiendo asistir al siguiente día a continuar sus rogativas.

En la noche unos malvados, pusieron en la puerta de su casa el cadáver de una aventurera asesinada.

El hombre salió al amanecer pisó el charco de sangre pero por la penumbra no vio el cuerpo sin vida de la mujer.

Estaba rezando cuando junto a él cayó una sandalia de oro y corrió a venderla a una joyería pero fue acusado no sólo de ladrón sacrílego sino también de vil asesino, y así fue encadenado y paseado por las calles, seguido de su harapienta familia.

Quizás la suerte hizo que lo pasearan junto a la Iglesia San Blas. Pidió clemencia a las autoridades y pidió un último deseo, puesto de rodillas, con la mirada fija al Señor le dijo: “el don que me ofreciste, se convirtió en mi mal, si ésta es tu voluntad muero resignado y perdona mis pecados”.

En esos pedimentos estaba cuando junto al reo cayó la otra sandalia de oro del redentor y ante el asombro de la muchedumbre le soltaron las cadenas y lo dejaron en libertad. La sandalia fue vendida y el dinero fue entregado al reo, quien salió de la miseria y el milagro quedó plasmado para siempre.

Desde entonces se le conoce y venera como Jesús de la Buena Esperanza, protector de los prisioneros.  

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