- Fincas de los hermanos Centeno Roque están “paralizadas”
María Antonia López M. [email protected]
Los efectos de la crisis financiera que se generó con supuesto fraude en el Banco Intercontinental S.A. (Interbank), cuyo resultado fue la intervención de parte de las autoridades financieras, podrían afectar a la caficultura en el presente ciclo, manifestó Freddy Torres, vicepresidente de la Asociación de Cafetaleros de Matagalpa.
“Pienso que aún no nos ha llegado la onda expansiva del problema del Interbank, está iniciándose y afectará a los productores y a todo el país porque la economía nacional es muy frágil”.
Según Torres, uno de los primeros efectos es la medida adoptada por el gobierno de emitir a través del Banco Central de Nicaragua (BCN), Certificados Negociables de Inversión (Cenis), que son adquiridos por la banca privada.
La oferta de estos certificados servirá para compensar la reducción en los niveles de reservas internacionales deprimidos por efectos de la intervención en Interbank.
“Lógicamente la banca debe sacar recursos para comprarlos y de esa manera el mismo gobierno se convierte en un competidor de los productores, porque esos fondos que las entidades compran al BCN debieran orientarse a los sectores productivos”, dijo Torres.
El otro problema inmediato que se presenta es que las propiedades cafetaleras de la Agropecuaria Renacer de San Miguel (Agresami), “están abandonadas en este momento y eso significa 100,000 quintales de café que ellos producían en sus haciendas que también están en serio riesgo de perderse”.
Agresami, propiedad de los hermanos Alex y Saúl Centeno Roque, es la principal involucrada en el supuesto fraude financiero pues se plantea que recibió préstamos de manera irregular de parte del banco antes mencionado.
Torres considera que “el gobierno, el BCN y la Superintendencia de Bancos deberían tomar medidas urgentes para que de alguna manera se atiendan esas fincas y sacarlas del abandono en que están, darle trabajo a los obreros, que los bancos afectados intervengan u otras medidas porque cerca de 10 millones de dólares en divisas se pueden perder si esa cosecha no se levanta”.
Con la agudización de la crisis en el sector financiero, los efectos serán mayores de lo que se esperaba, aunque para los cafetaleros el daño se siente desde que los precios internacionales bajaron estrepitosamente.
Torres añadió que “algunas exportadoras daban financiamiento a estos pequeños productores, pero al desplomarse los precios ha habido temor de que esta gente no pueda repagar las deudas y se cortó el sistema financiero paralelo para pequeños, medianos y grandes y eso ha agravado la situación”.
“En este país no podemos seguir con pequeños productores totalmente abandonados, dejados a su suerte. La gente involucrada en la producción de café no tiene conciencia de la urgencia de resolver el problema actual”.
“En este momento cualquier financiamiento que llegue a los cafetaleros es desfasado pero todavía, puede servir para levantar la cosecha, a más tardar en 15 días debe haber un fondo suficiente para que los productores podamos levantar esta cosecha”, indicó.