- Según los productores será difícil superar los 1,8 millones de qq. logrados en la cosecha anterior
María Antonia López [email protected]
La carencia de financiamiento que están experimentando los productores pequeños, medianos y grandes que cultivan café al norte del país, podría convertirse en la causa principal de una sensible reducción en la producción nacional del grano de oro.
Francisco Montiel, gerente general de la Asociación de Cafetaleros de Matagalpa (Asocafemat), manifestó que pese a que ya se esperaba una reducción de la producción de café este año, por la sobreproducción del ciclo pasado “la falta de financiamiento es lo que más causará problemas a la caficultura porque ni grandes, pequeños o medianos tienen fondos”.
Montiel atribuye el que no tengan financiamiento a dos razones: porque tienen saldos pendientes con la banca o bien, otros no accesan al financiamiento por no ser sujetos de crédito, como sucede con la mayoría de pequeños productores.
A su juicio el crédito al rubro café es oportuno si la entrega se hace en mayo. “Pero aún así, de recibirlos en estos días algunos cafetaleros pueden disponerse a controlar las plagas y abonar para la próxima cosecha”, señaló.
“Si el financiamiento se da ahora se debe analizar qué cantidades puede amortizar este año y esperar a cargar esa cuenta a la próxima cosecha con el debido respaldo del pago”.
Por otra parte manifestó que para evitar esta serie de problemas de financiación que se están presentando, es saludable la creación de una banca de fomento cuyos recursos puedan ser intermediados por las organizaciones que ya tienen experiencia.
Citó por ejemplo, que Asocafemat tiene ocho años de estar trabajando con crédito a pequeños productores.
Es de la opinión que los bancos privados no podrían intermediar esos recursos porque a esas instituciones no les resulta rentable prestar a pequeños productores, al encarecerse sus costos de operación financiera.
No obstante, dijo Montiel los pequeños productores no significan un riesgo en la medida que los criterios de utilización de los créditos sean controlados y con una política ajustada, que no persiga tener tan altas utilidades como lo practica el sistema financiero nacional.