- El garrafal error de inscribir a Rigoberto Calderón en una prueba que no es su especialidad sigue
causando revuelo.
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El “caso Calderón”, una inscripción premeditada del jabalinista Rigoberto Calderón para poder estar en los Juegos Olímpicos de Sydney, no parece tener cura.
Jody Elizondo, un ex recordista de salto triple y reconocido corredor de la prueba de relevo 4×100, es uno de los súper inconformes.
Elizondo también fuerte opositor del actual comité ejecutivo de la Federación Nicaragüense de Atletismo calificó de vergonzosa la actitud de inscribir a Calderón en una prueba que no era su legítima especialidad.
Calderón es un lanzador de jabalina nato que incluso se encuentra ubicado como el mejor tirador en Juegos Centroamericanos con 71 metros, encima del salvadoreño Fernando Palomo.
Calderón aspiraba lanzar el dardo en Sydney más allá de 72.12, que consiguió Donald Vélez en los Juegos Centroamericanos de Panamá en 1970.
Inexplicablemente fue registrado para correr los 100 metros planos, una distancia en la que nunca se ha desplazado con sus piernas en más de 1/4 de ese trayecto para impulsar la jabalina.
A FONDO
¿Fue correcto?
“Un error porque estaban advertidos. Tenían que atenerse a las condiciones que imponen los que invitan. Se han dado cosas absurdas como el presidente de la federación que dijo: ‘no importa corré los 100 metros’”.
¿Cuál era lo indicado?
“Llevar a un velocista. No iba a ser lo mejor pero tampoco iba a hacer el ridículo, como los estamos haciendo ahorita con este problema”.
¿Había espacio para otro?
“Aquí hay tres velocistas que hacen 11 ó 11.5 segundos en los 100, Denis Gutiérrez o Jorge Conde que podían ir. Aunque lo mejor era que no debía ir nadie”.
¿La causa para hacer esto?
“Tal vez una actitud sentimental de llevar a ‘Rigo’ sin atender las directrices. Tiene mérito, pero a esos niveles no se compite. Lo ideal es mejor prepararnos primero”.
¿Por qué llegar a ese límite?
Habría que preguntarle a la Federación. Lo que entiendo fue una decisión arbitraria de su presidente de ‘yo quiero hacerlo, quiero llevarlo, la Federación internacional no me puede decir nada’”.
¿Un reflejo de que se maneja mal el atletismo?
“¡Ah no!, el atletismo está pésimo, peor que nunca. Al menos el año pasado se participó en uno que otro torneíto. Ahora no. La federación se ha ido desintegrando, desgranándose. No existe”.
¿En qué grado afecta?
“Ya no podemos ir a más. Sin embargo, a lo mejor de este problema resurge el atletismo. Se elige otro ejecutivo, se desconoce a la actual federación. De hecho ya estamos castigados con tener esta federación. Tener a Juan Argüello de presidente es un castigo”.
¿No merece estar en la federación?
“Nunca lo ha merecido y si llegó ahí fue por una casualidad. Tal vez haya la esperanza de que el CON (Comité Olímpico Nicaragüense) tome una actitud y sería desconocer a Argüello, a la federación y que se elija otra”.
¿Exigirían eso?
“Sí, pero entonces se ampararían en la autonomía porque rápido recurren a la autonomía cuando hay viajes y nunca para gestionar ayuda, para la pista, para obtener material deportivo”.
¿Cómo calificaría la actitud en el “caso Calderón”?
“Vergonzosa, mala, hasta en contra de ellos mismos”.
¿Es Argüello quien está haciendo daño al atletismo?
“Y algunos de la federación, pero básicamente Argüello como cabeza, como persona prepotente, que sólo le gusta viajar, sin capacidad de gestión que ha tenido muchos problemas”.
¿Recomendaciones?
“Cambiar la federación, que el gobierno apoye, construir una pista no importa si en tierra o arcilla y gestionar material deportivo. Talento humano hay. Es una pena que se siga perdiendo”.
¿Hacia dónde va el atletismo?
“Si no se hace nada a tiempo, a su fin. A que se acabe”.
¿Urge una reestructuración?
“En el atletismo y en un poco de federaciones en las que algunos dirigentes ya ni se acuerdan que son sus presidentes”.