- Datos sugieren que ex reo narco está metido en otro negocio sucio
Janelys Carrillo Barrios [email protected]
Enrique Miranda, el hombre que contactó a José Zamora Cruz para que echara a andar el telepuerto de la Colonia Christian Pérez, usa una falsa cédula de identidad pues siendo nicaragüense se hace pasar por ciudadano guatemalteco.
Lo anterior forma parte del escrito que el representante legal de la Empresa Nicaragüense de Telecomunicaciones (Enitel), Rafael Godínez, presentó ante el Juzgado Octavo de Distrito del Crimen de Managua.
El jurista refiere que ha obtenido información de que el segundo apellido de Miranda es Jaime. De ser así, podría tratarse del mismo personaje que a inicios de los años 90 fue condenado por su participación en el tráfico de más de mil kilos de cocaína junto con Norwin Meneses Cantarero.
Godínez también aseguró en el documento, que ha tenido información que Miranda, cuyo segundo apellido supuestamente es Jaime, utiliza cuatro nombres diferentes y dispone de cuatro pasaportes que sospecha sean falsos.
El jurista solicitó a la jueza suplente Regina Escobar, que ordene circulado migratorio de todos los implicados en el caso del telepuerto, particularmente para aquellos que no han sido detenidos, para evitar su fuga del país.
Asimismo, solicitó a la judicial pida los antecedentes penales de Miranda y de los hondureños Mario y Jorge Sagastume y del resto de implicados, así como el movimiento migratorio de los tres primeros.
Por su parte el procesado Zamora Cruz, que fungía como administrador del supuesto ciber-café donde en realidad funcionaba el telepuerto, amplió declaración indagatoria y aseguró que quien le presentó a los hondureños y lo contactó para montar el negocio fue Enrique Miranda, de quien desconoce si su segundo apellido es Jaime.
ABOGADO JUSTIFICA A SUS CLIENTES
José Luis Cardoza, abogado defensor de los indiciados Carlos Dionisio Suazo y Wilfredo Ramón Parrales, admitió que sus clientes fueron chantajeados en el caso del telepuerto, “sólo para conservar su trabajo”, y pidió que los sobresean definitivamente.
– Cardoza indica que en un afán por conservar su trabajo, Suazo y Parrales solicitaron las líneas telefónicas que finalmente les consiguió Róger Morales Navarrete, funcionario de Enitel.
– “Es evidente que los verdaderos actores intelectuales de este supuesto delito son los hondureños y Enrique Miranda, en complicidad con funcionarios de Enitel, porque es imposible que sin la complicidad de dicha empresa puedan ser instalados estos supuestos telepuertos”, refiere.
– “Mis defendidos fueron chantajeados para conservar su trabajo ante la situación de desempleo, y por eso solicitaron las líneas”, consigna el documento.