Tito Rondó[email protected]
Considero que mi conversación con Carlos García ayer es una de las más fructíferas que he tenido con el presidente de la Federación de Nicaragüense de Béisbol Asociada, a la vez presidente de la Liga de Primera División.
Una frase: “se permiten cuatro profesionales nicas en cada equipo, el único límite es que no más de dos pueden ser categoría A, y no más de dos pueden ser categoría B”, y el límite que marcaba el reglamento de profesionales activos nicas en un equipo pasó de dos a cuatro.
“No, el reglamento no debía decir eso, es un error de dedo”, arguye Carlos. “El artículo 38 en el acápite a) y la nota 2 indica que siempre se quiso hacer así. Que aparecieran dos como límite general y no de categoría en el artículo 42 es un error de dedo, y tengo testigos”.
Sea como fuere, error de dedo, de cerebro o de cualquier otra parte de la anatomía humana, lo más importante es que se ha hecho justicia.
“Nunca he querido prohibirle a los jugadores nicaragüenses jugar en su país”, señala García. Pero al haber seis equipos y cupo para dos nicas del beis rentado en cada uno pues solamente doce podían actuar aquí, y tenemos cerca de veinte. Al menos media docena quedaba “fuera de paila”.
PERO YA NO
Esta buena noticia llega al tiempo que Chepe Nacho Castellón, para todo efecto práctico la voz del Estelí, anuncia planes de la directiva del conjunto para ponerse en contacto con Juan Muñoz y Luz Portobanco para que se incorporen al equipo.
Muñoz me había dicho que no podría jugar en Nicaragua porque tenía múltiples ocupaciones en Miami, pero ha cambiado de opinión y parece que ve con buenos ojos jugar aquí para irse preparando para lo que será el entrenamiento de primavera más importante de su vida. El muchacho ya merece una oportunidad de probarse en las Mayores.
Luz Portobanco, por su parte, tira hasta a 94 millas por hora; lo que le falta es experiencia, aprender a usar su excelente velocidad. Lo bueno es que al venir de la Liga de los Apalaches, clase Rookie, es categoría B.
Otro beneficio de esta aclaración es que dos equipos que estaban en franca violación al reglamento, a como está escrito, están ya en situación de legalidad.
Uno era el Bóer, con Oswaldo Mairena (Grandes Ligas) y Jairo Pineda (clase A), ambos categoría A, y Gonzalo López (recién firmado), categoría B.
El otro era el Rivas, con Vicente Padilla (Grandes Ligas) y Jimmy González (clase A), de categoría A, y Julio Rivas (del beis independiente y dicen que firmado con los Indios de Cleveland), categoría B.
De paso, que haya firmado con Cleveland o no Julio Rivas era irrelevante, ya que el mismo artículo 42 lo definía como “Profesional Nacional Activo”.