Gustavo Ortega Campos [email protected]
En los países con actividad financiera relevante, la actividad bursátil es el principal parámetro de medición de la incidencia de los factores políticos y de la aplicación de medidas económicas gubernamentales, ejemplo cercano son los vaivenes de la Bolsa de Valores de Nueva York (o Wall Street) a causa de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos.
Pero en el caso de la Bolsa de Valores de Nicaragua (BVN), donde la actividad bursátil es de pequeña escala, a simple vista los recientes resultados de las elecciones municipales han tenido poca incidencia.
En las escuetas explicaciones de las autoridades de la entidad, la BVN no ha mostrado irregularidades o efectos posterior a las elecciones, donde el Frente Sandinista obtuvo, según datos preliminares, la mayoría de alcaldías en las cabeceras departamentales del país.
Según los informes diarios de la BVN disponibles en internet, el día posterior a las elecciones se negoció un monto total de 41 millones de córdobas.
El martes siete de noviembre se negociaron 54,9 millones y el miércoles las negociaciones se desplomaron a 19,3 millones de córdobas, logrando recuperarse a 21,529.7 millones en las transacciones de ayer.
El viernes previo a los comicios la entidad logró negociar 36,1 millones de córdobas.
En Nicaragua, hasta la fecha sólo se negocian bonos y certificados de inversión emitidos por privados y el gobierno, tanto en moneda nacional como extranjera (dólares). La transacción de acciones todavía está ausente en el espectro bursátil nacional.
LA PRENSA trató de obtener los comentarios oficiales de los funcionarios de la BVN, sin embargo, todos coincidieron que “no pueden opinar en temas ligados a la política”.