Desde el amanecer del seis de noviembre la incertidumbre acerca de los ganadores de las pasadas elecciones municipales empezó a despejarse con los primeros resultados suministrados por el Consejo Supremo Electoral, institución que en medio de sus vicisitudes y desaciertos aportó datos preliminares que declaraban al Partido Liberal Constitucionalista como el mayor ganador, muy por encima del partido rojinegro y con un porcentaje menor los partidos Conservador y Camino Cristiano Nicaragüense.
Luego de conocerse de manera extraoficial los primeros resultados electorales, que lejos de ser una alegría para la mayoría de los nicaragüenses fue una enorme confusión por razones que todos conocemos, los medios radiales, escritos, televisivos y los partidos políticos mismos han comenzado a debatir sobre qué agrupación política obtuvo mejores resultados en cuanto a la importancia de las alcaldías alcanzadas. Dicen los miembros del oxigenado Frente Sandinista que ellos son los perfectos ganadores por haber obtenido el mayor número de cabeceras departamentales, algo que el mismo doctor Alemán Lacayo ha refutado manifestando que el victorioso a sido el partido rojo sin mancha por haber logrado el mayor número de alcaldías, con todo y que el Frente Sandinista acaparó la mayoría de cabeceras departamentales.
¿Quién es la prioridad “el pueblo o los partidos políticos”? ¿Qué hacemos frente al olvido de éstos? ¿Es más importante el interés de los políticos por su partido, que los beneficios a alcanzar para el municipio? ¿Seguiremos siendo escalera y títeres de los partidos políticos?
Señores no lo olviden, los nicaragüenses votamos, no por corrupción y mucho menos estancamiento, sino por un cambio que trajera desarrollo y progreso para el municipio.
¡Ciudadanos salvemos a Nicaragua!
Erick José Membreño Galeano
Estudiante de Derecho.