- Terremotos han desatado nueva ola de emigrantes hacia EE.UU.
Raúl Llamas (AFP)
NUEVO LAREDO, MEXICO.- Con el dolor reflejado en el rostro, la tristeza de haber perdido sus bienes y sin saber lo que será de su futuro, cientos de salvadoreños han iniciado el camino hacia el norte en un intento desesperado por cruzar de manera ilegal hacia los Estados Unidos.
“No sé cómo está mi familia y si habrá pasado algo con ellos en el segundo terremoto”, explicó con dolor en su voz Herbert Adolfo Lemus Portillo, originario de Soyapango, quien abandonó su nación desde el 30 de enero y en su intento por llegar a Estados Unidos se encuentra varado en Nuevo Laredo, separada del país del norte por el río.
“No me he podido comunicar con mi familia y no sé cómo les fue con el segundo terremoto”, explicó el carpintero que perdió tanto su casa como su taller, aunque “afortunadamente pude salvar a mis niñas, pero después del temblor no queríamos salir a ningún lado de la parte que quedó en pie de nuestra vivienda”, explicó a la AFP.
De acuerdo al padre Leonardo López, encargado de la Casa del Migrante en esta frontera, el incremento real de salvadoreños que lleguen a esta ciudad se notará en los próximos tres meses.
“En estos momentos apenas podemos notar entre cinco o siete diarios, pero los daños causados por el temblor en el país son muchos y paulatinamente se incrementará el arribo de salvadoreños”, explicó el religioso.
“Tradicionalmente, El Salvador no es una nación de la cual emigren muchas personas, pero esto (los terremotos) dejará los mismos efectos que el huracán Mitch causara en Honduras”, aseguró.
López se mostró a favor de que el gobierno estadounidense aplique una amnistía para los salvadoreños y que puedan trabajar o estar en el país mientras se recupera la situación en su país natal.
El Salvador solicitó la aprobación del Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés), una ley estadounidense que cancela las Deportaciones de ciudadanos de un país en guerra y que haya sufrido catástrofes naturales. La ley otorga un permiso temporal de seis a 18 meses para indocumentados.