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Dos candidatos rojinegros, Daniel Ortega y René Núñez, para los cargos de Presidente de la República y Diputado Nacional, están envueltos en la “donación” de la propiedad Santa Feliciana, entre febrero y abril de 1990, a favor de la Asociación de Artistas de la Danza, que en la década de los ochenta estaban adscritos a la ASTC, liderada por Rosario Murillo.

Artistas de la Danza “le sacan el jugo” a “La Piñata”

No les costó ni un centavo, gracias a una “donación” del Estado sandinista entre febrero y abril de 1990, sin embargo eso no ha impedido el usufructo de esas tierras ahora céntricas y de gran valor catastral y comercial. Según los registros públicos, se han hecho alrededor de 17 compra-ventas, que les han dejado más […]

  • No les costó ni un centavo, gracias a una “donación” del Estado sandinista entre febrero y abril de 1990, sin embargo eso no ha impedido el usufructo de esas tierras ahora céntricas y de gran valor catastral y comercial. Según los registros públicos, se han hecho alrededor de 17 compra-ventas, que les han dejado más de 331 mil dólares y más de 100 mil córdobas.

Roberto Fonseca L. y Karla Marenco [email protected]

PRIMERA ENTREGA.- Fue como sacarse el “gordo” de la Lotería Nacional, en varias ocasiones, sin haber comprado un solo billete. La Asociación de Artistas de la Danza recibió en “donación” gran parte de la finca Santa Feliciana, que pertenecía al Estado de Nicaragua, y en menos de veinte transacciones de compra/venta, ha obtenido 331,483 dólares y 118,426 córdobas, según las desmembraciones asentadas en el Registro Público de Nicaragua.

Las transacciones más cuantiosas corresponden a las realizada por el Sr. Javier Hernández Alemán, propietario de Merinco (empresa comercializadora de computadoras), quien compró tres manzanas de terreno, en la zona comprendida frente a Los Gauchos y hasta el monumento a José Martí, por un monto total de 300,000 dólares.

Hernández identificó a la licenciada Sayda Patricia Pérez Leytón, abogada y notaria, como la persona que llegó a ofrecerle las tierras urbanas en venta. “Ellos (la Asociación de la Danza) vinieron a verme y se las compré. Tengo todos los papeles y recibos correspondientes”, aseguró Hernández Alemán, al ser consultado por LA PRENSA.

Según sus cálculos, las adquirió entre 1994 y 1995, a un valor de 10 dólares la vara cuadrada, y se las fue pagando en varios abonos. La transacción se finiquitó con Iván Alí Escobar Larios, representante de la Asociación y actual candidato a diputado departamental en Managua por el Frente Sandinista.

Una cuarta manzana dijo que se la devolvería a la Asociación, en vista de que lo están urgiendo a que pague y actualmente no tiene interés en comprarla, debido al impasse económico. “Está chiva invertir ahorita, nada se mueve, todo está paralizado”, comentó.

Hernández relató que en un inicio tuvo problemas para asentar las propiedades en el Registro Público y les reclamó por ello. “Amenacé con demandarlos por venderme una propiedad con problemas, pero se movieron y lo arreglaron. Nos entregaron la propiedad limpia”, dijo, y procedieron entonces a inscribirla entre 1999 y 2000.

OTROS COMPRADORES

LA PRENSA también confirmó que otro de los compradores de un lote de terreno de 325.54 varas cuadradas fue Carlos Emilio López Hurtado, actual Procurador Especial para la Niñez, quien dijo que había olvidado la cifra exacta que pagó, pero que superaba los 598.65 dólares reportados en la escritura pública.

“En mi caso, prácticamente pagué dos veces el terreno, porque así lo quise, por un asunto de principios. Ahí estaba viviendo una gente, así que les di 2,000 dólares”, comentó.

“No recuerdo en estos momentos cuánto pagué en total, pero creo que vino saliendo como 5,000 dólares, incluyendo todos los gastos de legalización que yo asumí”, dijo el actual funcionario público.

Refirió que años atrás —no precisa la fecha exacta—- llegó a sus oídos que estaban vendiendo lotes en el sector de “La Piñata” y se interesó en comprar. Confirmó que los dueños eran la Asociación de Artistas de la Danza, así que hizo trato con ellos, una vez que indemnizó a los que poseían el terreno. Para 1997 empezó a hacer las gestiones de la inscripción ante el Registro Público, gestión que quedó finalmente concluida el 15 de febrero del 2001.

Uno que tuvo menos suerte en la compra fue Enrique Pilarte Donaire, quien junto a su mamá, adquirieron un lote de 119.15 varas cuadradas, a un precio promedio de 435 córdobas la vara cuadrada, cantidad muy por encima de la declarada en otras transacciones similares.

“Así es, nosotros compramos esa propiedad, ese terreno con esa área”, dijo Pilarte a través del hilo telefónico. Recuerda que fue años atrás y lo hicieron como familia, con la intención de poner un negocio, sin embargo faltaron fondos para la inversión y luego aquello se llenó de establecimientos de comida y fotocopias.

“La gente de la Asociación de la Danza estaba vendiendo lotes, para conseguir fondos. Pagamos de contado, un total de 4,600 dólares”, añadió.

En un inicio dijo que enfrentaron obstáculos para inscribirlo, ya que la Alcaldía de Managua tenía planes de trasladar el centro de la capital hacia el sector de Metrocentro, pero meses después se superó el problema. “Nos dieron luz verde en el Registro e inscribimos el terreno comprado”, dijo.

SE DECLARAN “POBRES”

Por su parte, la Asociación de Artistas de la Danza, por medio de su representante legal, la licenciada Sayda Patricia Pérez Leytón, admitió que se han hecho dos tipos de transacciones de compra-venta: una con fines comerciales y otra para viviendas. Sin embargo, dijo que han sido pocas y ha privado un sentido social en los terrenos para vivienda.

En el caso de los terrenos para instalar negocios de comida y fotocopiadoras, Pérez Leytón, afirmó que los primeros se vendieron entre 500 y 3,000 dólares, según su tamaño, y los últimos en 5,000 dólares. “Nunca se han pagado de un solo”, dijo, pero eso se contradice con lo expresado por Pilarte.

En cambio, en el caso de los terrenos para viviendas en el asentamiento cercano a la Escuela de Danza, afirmó que ningún lote pasó de los 250 dólares, y se propuso que los pagaran a diez años plazo. “Es un proyecto casi de carácter social, ellos (los habitantes) pusieron el precio de los lotes”.

La representante legal de la Asociación de Artistas de la Danza, quien aseguró a LA PRENSA que lleva el 65 por ciento de los reclamos de propiedad de la Embajada de Estados Unidos, aseguró que los fondos obtenidos se han declarado en las Asambleas Generales y han servido para pagar planilla, en vista de que carecen de suficientes ingresos líquidos. Negó que la venta esté ligada a períodos electorales.

Asimismo, Pérez Leytón negó enfáticamente que el Sr. Javier Hernández Alemán haya cancelado tres manzanas de tierras, por un valor total de 300,000 dólares. “Él no ha pagado ni un peso”, dijo molesta, “vamos a iniciar una demanda contra él”, añadió amenazante.

Al preguntarle por qué entonces habían inscrito las tres manzanas de tierras, sin haber recibido un peso por ellas, dijo que así lo hicieron porque suscribieron un documento denominado “Pacto de Retroventa”, el cual establece que en caso de no cancelarse en determinado tiempo, la propiedad vuelve al dueño.

“Este instrumento está por encima de las garantías bancarias, por encima de cualquier transacción, y por tanto, puede volver a su lugar”, dijo.

No obstante, Javier Hernández, al ser consultado de nuevo ayer, reiteró que tres manzanas de tierras fueron canceladas a un monto de 100,000 dólares cada una, y puede mostrar los papeles y recibos correspondientes.

¿A CUANTO ASCIENDE?

De acuerdo con la escritura de donación, la finca Santa Feliciana tenía una extensión mayor a las 149 manzanas (más de 1.2 millones de varas cuadradas), pero se redujo a una cantidad imprecisa debido a un sinnúmero de desmembraciones por parte del Estado, entre febrero y abril de 1990, a favor de los trabajadores de Los Gauchos, la UCA, el Ejército, la ATC, CONAPI y la Asociación de Artistas de la Danza, entre otros.

Según la Lic. Sayda Patricia Pérez Leytón, abogada de la Asociación de Artistas de la Danza, la extensión total podría ser mayor, unas 187 manzanas. A favor de su cliente, no se atreve a señalar cantidad alguna.

“¿Cuál es el área exacta?, no sabemos con exactitud, por eso en las próximas semanas vamos a ir a un juicio de mesura y amojonamiento, para definirla de una vez, con la ayuda de un juez, el Catastro y los propietarios vecinos”, dijo.

Indicó que ese tipo de juicios son cuantiosos, porque se dispone de un juez y de peritos a tiempo completo, pero es la única forma de hacerlo, ya que esos terrenos antes eran ejidales y no estaban limitados por cerco alguno.

SOMOZA LA DECLARO

En su “Declaración de probidad” ante el Tribunal de Cuentas, en 1967, Anastasio Somoza Debayle, presentó un grueso fólder de sus propiedades urbanas y rurales en Nicaragua, entre las cuales —en la página quince— mencionó la finca Santa Feliciana. Su valor catastral dijo que era de 30,000 córdobas de esa época.

(Mañana: Estado intenta recuperar terrenos, pero fracasa)


Ver gráfico:
Bitácora de una “donación”


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Venta de lotes antes de elecciones 1996  

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