Sergio Espinosa G. [email protected]
Leí en la edición de LA PRENSA del 24 de enero en la página de Opinión, un artículo de Carlos Ball donde explica el origen del descalabro de Argentina.
Tuve que leerlo dos veces para darme cuenta que era de ese gran país suramericano del que estaba hablando. La similitud con la situación de Nicaragua resulta tan evidente, que la confusión se explica por sí sola.
Desde la década del 30, los políticos del sur se han dedicado a saquear las grandes riquezas del país. La ineptitud y grosería de los militares pasará a la historia como “hazañas legendarias”. Resulta claro también el sacrificio al que han sometido a las grandes masas trabajadoras y a la clase media.
El artículo en cuestión chorrea sangre cuando se palpa la similitud y paralelismo con la reciente historia nuestra.