José E Suárez
En el editorial de LA PRENSA titulado “Imprudente actitud del Procurador” publicado el sábado 23 de febrero, se asegura que el Dr. Oscar Herdocia Lacayo Procurador General de Justicia, debe renunciar a su cargo.
El motivo de semejante conclusión obedece a una declaración del Dr. Herdocia en la que puso en tela de juicio la legitimidad del procedimiento judicial que mantiene al Dr. Francisco Mayorga, ex presidente del Banco del Café, todavía en la cárcel. El editorial le da la razón al Dr. Herdocia, quien afirmó cuando emitió dichas opiniones, que estaba incurriendo en un riesgo personal. Lo que no se imaginó el Dr. Herdocia es que parte del riesgo iba a ser la reacción tan negativa de LA PRENSA.
Decir, como insinúa el editorial, que poner en tela de juicio un procedimiento judicial no es función del Procurador porque es tema “controversial”, es casi como admitir que el buen Procurador es el que se lava las manos, como Pilatos el famoso procurador romano. ¡No! todo lo contrario. Una de las funciones del Procurador es procurar que no se violen las reglas de juego ni se condene (o se ponga en libertad) injustamente a la gente, lo que no significa que aquí estemos emitiendo necesariamente juicios en favor (o en contra) de Mayorga.