- San Juan del Sur fue una de las
playas más visitadas por los
veraneantes durante las vacaciones de fin de año e inicio del 2004
Roberto Pérez Solís [email protected]
Abundante sol, arena y mar. Una combinación casi perfecta que hacen de la playa de San Juan del Sur, en Rivas, una de las más visitadas por los nicaragüenses y extranjeros. Y precisamente esta playa poseedora de una hermosa bahía en forma de herradura, digna de cualquier postal para el recuerdo, estuvo bastante concurrida durante el período de vacaciones de fin e inicios de año.
Ayer en horas del mediodía, justo cuando el astro rey estaba alcanzando su punto máximo de elevación, se podía observar a centenares de bañistas disfrutando de las cálidas aguas.
Esperanza Tinoco, junto a su familia, viajó más de cien kilómetros para pasar el fin de semana en San Juan del Sur. Esta mujer de tez blanca, ahora un poco oscurecida por los rayos solares, abandonó su natal San Isidro, Matagalpa, para disfrutar de sus últimos días de vacaciones.
“Estamos felices bañándonos todos juntos en familia. Los niños están contentos, han jugado haciendo cerritos de arena, han corrido por casi toda la playa, creo que pasar en el mar estos días nos ayuda para iniciar un poco más relajadas nuestras labores”, refirió la señora.
DESDE MIAMI
Junto a ella estaba su primo Boanerges Tinoco Castillo, quien vino de Miami, Estados Unidos, a pasar en familia los meses de diciembre y enero. Con su rostro “repellado” de arena y rodeado de sus familiares dijo que “en Miami hay playas bonitas, pero las de Nicaragua no tienen comparación, son muy bellas y ahora que tuve esta oportunidad de venir, no la dejé pasar”.
Mientras unos estaban en familia otros decidieron estar solos como fue el caso de la joven Marta Rivas, a quien encontramos tomando sol, cubierta sólo por un pequeño traje de baño. “Vivo en Rivas y vine a bañarme y a broncearme un poco en vista que mañana (hoy) lunes ya entro a estudiar. Creo que es bueno relajarse de esta manera”, expresó.
DUEÑOS DE RESTAURANTES QUEDARON CONTENTOS
Pero esta alegría también la dejaban al descubierto, con sus pláticas y ademanes, los dueños de negocios ubicados a lo largo de la costa. Aunque dijeron no poder calcular el número de bañistas que visitó la playa durante el período de vacaciones, coincidieron en que la afluencia fue mayor que el año pasado. Situación que para ellos resultó beneficiosa debido a que sus ventas mejoraron.
Dolores Balladares es propietaria del restaurante Josseline, donde la langosta y los camarones son el principal plato demandado por quienes visitan el lugar. Por 60 córdobas los comensales pueden disfrutar de éstos y otros platos de comida, principalmente mariscos.
Balladares comentó que “este año sí vamos a ver ganancias porque hubo más gente en la playa”.
“Las ventas estuvieron muy buenas, desde el 26 de diciembre empezaron a llegar las personas a San Juan y como usted puede ver es domingo (ayer) y todavía hay una buena cantidad de bañistas”, indicó contenta la señora.
PRECIOS NO TAN ACCESIBLES
En este restaurante, disfrutando de una enorme tasa de sopa de pescado, estaba el señor Luis Fonseca junto a su esposa, Reina Balladares y sus tres pequeños hijos. Esta familia del barrio Camilo Ortega, de Managua, decidió abandonar por un día el bullicio de la capital y darse un fresco chapuzón.
“Estamos disfrutando de las vacaciones, la comida aquí está buena aunque los precios deberían de ser un poco más accesibles debido a la situación económica del país”, dijo a LA PRENSA la señora Balladares.
En El Globo, otro restaurante de la zona costera, sus propietarios también recordarán con satisfacción el período de vacaciones. En este lugar el filete de pescado literalmente voló al ser el plato más demandado por los visitantes.
“No se por qué, pero ahora vino más gente a la playa y esto nos ayudó a que tuviéramos buenas ventas. Ahora viene la época de verano y esperamos que nos vaya igual o todavía mejor”, expresó Byron Aguilar, uno de los propietarios del restaurante.
A pesar de los vaivenes que da el país, unas veces en bien y otros en mal, los nicaragüenses saben que una combinación de sol, arena y mar es una buena excusa para pasar unas agradables vacaciones.