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Una reunión amena de LA PRENSA

Alfonso Efraim Castellón Ayó[email protected]

El 18 de diciembre recién pasado tuve el honor de asistir al segundo cóctel que el Diario LA PRENSA obsequia a sus colaboradores como un ejercicio espiritual saludable dentro de un ambiente muy variado.

Después de los saludos de rigor y la presentación del ilustre académico, doctor Emilio Álvarez Montalván, varios de los asistentes tomamos la palabra. Esta vez no fue la pluma. Pero a decir verdad estuvo interesante cada intervención. Por supuesto que lo político fue el plato fuerte del menú.

El primer orador, don Mario Alfaro, encendido clamaba por justicia ahora que podemos hacerlo. El doctor Humberto Belli, defendiendo la libre colaboración (en diversos medios) en abierto desafío a la política oficial de LA PRENSA: “Que se identifique la línea de pensamiento con la calidad y exclusividad de los colaboradores” (modestia aparte). Pero quedó abierta la posibilidad para cambios en el futuro.

Como siempre no faltamos los que sin temor a las miradas y críticas del público asistente elogiamos a quienes creíamos desde nuestro fuero interno acreedores de tales elogios. En lo particular me salió espontáneo resaltar los méritos de alguien que a pesar de tener una línea de pensamiento profundo (filósofo) y su ideología política de corte izquierdista —desde el ángulo de mi visión— merece reconocimiento público su interés personal en enfocar temas de enorme importancia para el país, sin importarle el valioso tiempo que pierde predicando en el desierto. Me refiero al doctor Alejandro Serrano Caldera. Porque como muy bien señala Ary Neil Pantoja en estas mismas páginas, “al comenzar el 2004 se debería cambiar por ejemplo a los políticos” (LA PRENSA, 5 de enero del 2004). Yo agrego que: son quienes tienen en la ruina a nuestro país por falta de una agenda política nacional clara. Que busque el bien común y no el personal.

Pero siguiendo con la exquisita sesión de intercambios de opinión entre colaboradores, no faltó el correspondiente al doctor León Núñez a quien también felicité a pesar de que algunas veces se le pasa la mano, quiero decir la pluma; tal como lo hizo en su último artículo en el que se refiere al señor Vicepresidente de la República (mi honroso pariente) de quien jamás he sabido, dentro de lo mucho que conozco a José, que él desee ser Presidente a medias finalizando el período de otro. Por favor don León: que poco conoce usted a un Castellón, o somos todo o nada a medias. ¡No se enrede! Y como don León es un hombre de sainete, espero que comprenda mi crítica.

Finalmente, me tocó compartir con los amigos conservadores a quienes les hice ver la necesidad de la unión, pero a través de lo que tenemos más fuertemente cohesionado: el PLC. Aunque no soy militante me uno al clamor de LA PRENSA cuando en Editorial de fecha reciente recordó a Nicaragua que este partido es el único capaz de derrotar al Frente Sandinista en contiendas electorales (lo ha hecho tres veces).

Y como dijo uno de los asistentes, los artículos que no publica LA PRENSA a sus colaboradores (153) deberíamos leerlos en tertulias de amigos para no quedar con el sabor amargo, o acaso enchilados. Hasta el próximo cóctel amigos colaboradores. Bravo por LA PRENSA y ojalá continúen con esta saludable costumbre.

El autor es abogado y notario público.

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