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La Academia premió

Dejó a Brokeback Mountain sin Oscar como Mejor Película, y se lo dio a un tema escabroso como Crash La inesperada victoria de Crash en los Oscar, cuando todos creían que los vaqueros homosexuales de Brokeback Mountain galopaban imparables, podría indicar, según algunos analistas, que Hollywood no es tan liberal como parece, aunque pocas veces […]

  • Dejó a Brokeback Mountain sin Oscar como Mejor Película, y se lo dio a un tema escabroso como Crash

La inesperada victoria de Crash en los Oscar, cuando todos creían que los vaqueros homosexuales de Brokeback Mountain galopaban imparables, podría indicar, según algunos analistas, que Hollywood no es tan liberal como parece, aunque pocas veces la fiesta mayor de la meca del cine postuló filmes con temas tan sensibles como este año.

Crash, el drama coral sobre tensiones raciales en la megalópolis de Los Ángeles, dirigido por el canadiense Paul Haggis, fue la gran sorpresa de la noche del domingo al llevarse el premio a Mejor Película y derrotar a la favorita Brokeback Mountain.

Esta última, una arriesgada película del taiwanés Ang Lee sobre una pasión de 20 años entre dos hombres que se conocieron en una zona rural de las montañas de Wyoming, en los años sesenta, había arrasado en la temporada de premios 2006 y muchos analistas que tendría un lugar destacado en una industria tradicionalmente conservadora.

NO CONVENCIÓ

Pero aunque ya se afirmaba que este era “el año gay” de Hollywood, el filme no convenció a los 5,800 miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, que en una salomónica decisión repartió sus premios mayores entre Brokeback (Mejor Director, Mejor Guión Adaptado y Mejor Banda Sonora) y Crash (Mejor Película, Mejor Guión Original y Mejor Montaje).

Larry Gross, profesor de comunicaciones de la Universidad del Sur de California, opinó que “simplemente Hollywood no está preparado todavía para la homosexualidad”.

“Había una especie de 'risa nerviosa' sobre Brokeback, tanto en Hollywood como en las grandes ciudades, y hay que asumir que todavía existe una cierta hostilidad hacia el tema”, agregó.

Pero aunque algunos expertos mencionaron cierta “homofobia latente” en Estados Unidos y otros hablaron de la siempre presente “cara moralista” de Hollywood, basta ver la lista de nominaciones, e incluso de premios, para comprobar que este año la mayor industria cinematográfica del mundo no le hizo caso a temas polémicos.

La propia Crash no sólo era la cinta más independiente de la competencia, sino la que mostraba el lado más oscuro y descarnado de la mezcla cultural, la marginación y la desigualdad social en una gran urbe, temas nada asociados con el épico relato de final feliz que ha privilegiado tantas veces Hollywood.

Tampoco resulta complaciente Capote, una biografía sobre el excéntrico autor homosexual estadounidense Truman Capote que le valió el Oscar como Mejor Actor Protagónico a Philip Seymour Hoffman.

El premio a Mejor Actor de Reparto a George Clooney por Syriana, un thriller sobre la intrincada geopolítica petrolera, con una visión crítica del papel de Estados Unidos, también dice mucho de la visión “seria” que adoptó la mayor “fábrica de sueños” este año.

Clooney, conocido por su activismo político contra el gobierno de George W. Bush, también estaba nominado como director y guionista por Good Night, and Good Luck, un filme en blanco y negro sobre la persecución de comunistas durante el maccarthismo.

Como para confirmar la afirmación de los conservadores estadounidenses de que Hollywood es “un nido de izquierdistas”, la Academia premió además a la británica Rachel Weisz como Mejor Actriz de Reparto por su encarnación de una decidida activista por los derechos humanos en The Constant Gardener.

OTROS TEMAS

Y por si fuera poco, dos nominadas como Munich —la última realización de Steven Spielberg— y Paradise Now —dirigida por el palestino Hany Abu-Assad— llevaron el espinoso conflicto en Medio Oriente a Hollywood, cuyos cargos ejecutivos están dominados por judíos. Aunque ambas se fueron a casa con las manos vacías, sus planteos no pasaron inadvertidos.

En un intento por explicar el fenómeno, un consagrado y veterano en la industria como Spielberg opinó que este es el año más “político y humano” que ha visto en el cine desde la década del setenta.

La pregunta es si fue por reprimenda a los grandes estudios que no tuvieron buenas ideas en el 2005, lo que se reflejó en un 5 por ciento menos en la taquilla, o por un cambio de ánimo de la Academia que coronó a El Aviador, Titanic o Gladiador, pero también se acordó de productos como Belleza Americana, dijo la AFP Gitesh Pandya, columnista de boxofficeguru.com.

Por lo que sea, este año las superproducciones con efectos especiales y al mejor “estilo Hollywood”, como King Kong y Memoirs of a Geisha, debieron contentarse con premios en las categorías técnicas.

Hasta el Oscar honorífico 2006 fue para un inconformista como Robert Altman, responsable de algunos de los retratos más lúcidos de la sociedad estadounidense, que desde 1970 había sido nominado siete veces y nunca había ganado.

Espectáculo

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