Radio Corporación cumple hoy 41 años de existencia. Esta emblemática radioemisora nacional nació el 15 de marzo de 1965, cuando la dictadura dinástica somocista pasaba por una etapa de reblandecimiento —aunque sin abandonar del todo sus prácticas represivas— bajo el Gobierno civil del presidente René Schick Gutiérrez.
En ese entonces, prominentes líderes del Partido Liberal Nacionalista, entre ellos Luis Somoza Debayle, hijo mayor y primer sucesor del fundador de la dictadura dinástica, consideraban la posibilidad o la conveniencia de promover desde arriba una transición democrática gradual, limitada y controlada. Sin embargo, el otro Somoza Debayle — Anastasio—, quien era tan militarista y autocrático como su padre, se preparaba para subir al poder apoyado en los sectores más autoritarios del somocismo. Y era tan ominosa la perspectiva de que el general Anastasio Somoza Debayle tomara la Presidencia de Nicaragua, que su mismo hermano Luis advirtió algo así como que “el problema con Tacho no es que suba a la Presidencia, sino cómo hacer que baje después”.
En aquellos años Radio Corporación se destacó como una radioemisora independiente, promotora del debate pluralista y de una nueva cultura democrática. Precisamente por eso la Radio Corporación fue ametrallada, destruida y censurada por la dictadura que presidió el general Anastasio Somoza Debayle, la cual se prolongó hasta julio de 1979, cuando fue derrocado por una revolución democrática que lamentablemente fue desviada por los sandinistas hacia objetivos totalitarios y, por lo tanto, resultó peor que el somocismo derrocado.
De manera que a la Radio Corporación, igual que a los demás medios de comunicación social independientes —impresos, radiofónicos y televisivos— les fue peor bajo la dictadura sandinista, la que por su naturaleza totalitaria consideraba y trataba a la libertad de expresión y de información como su peor enemigo. Y así Radio Corporación fue intervenida y agredida por las turbas de los CDS, censurada por el Ministerio del Interior, e inclusive, después que terminó el régimen sandinista los partidarios del FSLN la asaltaron y destruyeron sus oficinas y plantas transmisoras, por lo menos en tres ocasiones. Pero la Radio Corporación igual que el Diario LA PRENSA han prevalecido sobre sus enemigos y atacantes igual que la libertad prevalece y prevalecerá siempre sobre la opresión y la represión.
Ahora bien, la radiodifusión en sí misma no es necesariamente un instrumento de lucha por la libertad. Depende de quienes la manejen. Por ejemplo, la dictadura sandinista se apoderó de la radioemisora oficial del Estado y de las que eran propiedad privada de Somoza y los somocistas, y las convirtió en medios de terrorismo propagandísticos y para el lavado de cerebro que se le practicó a la población nicaragüense, mediante una estrategia totalitaria de manipulación informativa.
En realidad, si los fundadores, dueños y operadores de Radio Corporación hubiesen sido somocistas o sandinistas, o personas que colocaran los intereses mercantilistas por encima de los principios democráticos y libertarios, esta radioemisora no se hubiese distinguido como luchadora por la libertad y la democracia. Y por lo tanto no hubiera sido víctima de la represión somocista y sandinista, pero tampoco se habría ganado el lugar que ahora ocupa en el corazón del pueblo democrático de Nicaragua.
La radiodifusión, en términos generales y bien conducida, desempeña una función de mucha importancia social, como transmisora de información y formadora de opinión y como medio de entretenimiento, educación y cultura. Además, por su capacidad de penetración hasta en los lugares más remotos donde no pueden llegar los otros medios de comunicación social, la radiodifusión tiene una mayor responsabilidad como inculcadora de valores morales y principios democráticos.
Ahora, al cumplir su cuadragésimo primer aniversario, la Radio Corporación —igual que LA PRENSA y demás medios de comunicación social que existen en Nicaragua— funciona en un ambiente de libertad. Pero esta libertad no ha sido conquistada ni está asegurada para siempre. Quienes ya la conculcaron, los que censuraron y reprimieron la libertad de expresión e información en el pasado reciente, están al acecho y pretenden regresar al poder total para volver a coartarla, censurarla y reprimirla.
Por eso la Radio Corporación en sus 41 años que cumple hoy, así como LA PRENSA en sus 80 recién cumplidos, tienen que permanecer vigilantes de la libertad conquistada, practicándola todos los días con ética y responsabilidad, porque ésa es su mejor defensa. No en vano decía Abraham Lincoln: “Que el pueblo conozca los hechos y el país estará a salvo”.