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Porfirio Altamirano, quien lanzó para los Filis en las Grandes Ligas, fue uno de los lanzadores estelares en el Mundial de 1974. (FOTOS LA PRENSA/ARCHIVO)

CASI FUERON CAMPEONES

Fue en San Petersburgo, hace 32 años LA SELECCIÓN EN LA SERIE MUNDIAL DE 1974 Fue difícil armar la Selección Nacional de Beisbol en aquel 1974. Tony Castaño barajaba nombres y se rascaba la cabeza. No, no podría contar con todos los que el quería. Nuestro beisbol, severamente agrietado después del terremoto de 1972, continuaba […]

  • Fue en San Petersburgo, hace 32 años

LA SELECCIÓN EN LA SERIE MUNDIAL DE 1974

Fue difícil armar la Selección Nacional de Beisbol en aquel 1974. Tony Castaño barajaba nombres y se rascaba la cabeza. No, no podría contar con todos los que el quería. Nuestro beisbol, severamente agrietado después del terremoto de 1972, continuaba dividido. Había mucha sal entre las heridas.

Castaño quería tener a los temibles artilleros de la Liga Esperanza y Reconstrucción, Ernesto López y Calixto Vargas en el line up, pero no se pudo y Luis Fierro, apareció en pantalla como uno de los factores claves. ¡Cómo apreció Tony su presencia!

Un año antes, el equipo pinolero le había peleado bravamente a Estados Unidos el primer titulo de la Federación Mundial de Beisbol, FEMBA. Denis Martínez se trenzó en un inolvidable duelo de ceros con el zurdo Dick Wortham. Los dos futuros big leaguers, mostraron esa noche en León, con el Cerro Negro asombrado, todo el potencial que almacenaban en sus brazos, hasta que Leonardo Fonseca, concediendo un pasaporte con bases llenas, decidió la batalla.

Alexis Argüello salió hacia Los Ángeles para completar su adiestramiento y la Selección, dirigida por Noel Areas, zarpó hacia San Petersburgo.

Nicaragua y Estados Unidos terminaron invictos luego de haber empatado en su duelo particular, y fue necesario la programación de una serie extra de tres juegos para decidir el título.

Carlos García propuso un sólo juego, confiando en Porfirio Altamirano con Julio Juárez y Sergio Lacayo detrás, pero Estados Unidos, no aceptó la “muerte súbita”, considerando que tenían material para prevalecer en una pelea a tres rounds.

El error de Gersán

Nicaragua había ganado el primer juego 3-1 con Porfirio en la loma y la posibilidad de ser campeones, estaba frente a las narices de Noel y su tropa, con Julio Juárez, pretendiendo lucir como uno de los generales de Bonaparte, en la trinchera.

Un jonrón de Pablo Juárez contra Paul Hartzell colocó adelante a los nicas, y al aterrizar el partido en el noveno inning, el marcador favorecía a la tropa pinolera 3-2.

De pronto, Juárez estaba tratando de sobrevivir a las arenas movedizas. Con un out, Barry Bonell se embasó por infield hit y Doug Coon siguió con otro fabricando la amenaza. Ya con dos outs, el roletazo conectado por Ron Hassey, escapó al esfuerzo de Luis Fierro en primera y empujó el empate.

Con el suspenso flotando, Jim Willis bateó hacia el short y Gersán, reemplazo del lesionado César en esa posición, pareció tener bajo control la pelota que viajaba hacia él en la grama artificial. ¿Zigzagueó repentinamente esa bola? Gersán no lo puede precisar, pero la perdió y Estados Unidos triunfó 4-3 alargando la serie al duelo crucial.

Trinidad Vallejos subió a la colina para la gran batalla. Noel necesitaba que cada uno de los muchachos luchara como los hombres de Leónidas, pero los norteamericanos desplegaron un fuerte ataque encabezado por el jonrón de Steve Kemp, y Nicaragua cayó 9-2. Julio Espinosa, Juan Oviedo, José Velásquez y Sergio Lacayo tiraron por los nicas. De esa forma se coronó Estados Unidos.

El line up de Noel Areas

La organización del line up no fue un rompecabezas para Noel. Vicente López, era el mejor catcher imaginable y se encontraba en plena etapa de crecimiento productivo; Luis Fierro resolvía el problema de la primera base y podía proporcionar un buen aporte ofensivo; Guillermo Baldizón, de brillante actuación en el NORCECA de 1973, en segunda; César Jarquín, con la adecuada combinación de madurez y destreza, en el short stop con el ágil, versátil y evolucionado Gersán Jarquín en tercera base. Para la cobertura de los jardines, Noel contaba con el siempre agresivo Julio Cuarezma, agregando al campeón de bateo de la Liga Roberto Clemente, Bonard Luzey, Carlos Aranda, Rafael Valle y Adolfo Urtecho. El rol de bateador designado quedó en manos del líder bateador de la Liga Esperanza y Reconstrucción, Pablo Juárez, con Alex Torres listo para entrar en acción en diferentes funciones.

El staff de pitcheo consiguió suficiente consistencia con Porfirio Altamirano, un ganador de 15 juegos con 190 ponches lanzando para el Bóer en la “E y R”, Sergio Lacayo y Julio Juárez aún con cuerda, el brazo joven y fuerte de Trinidad Vallejos, la experiencia y recursos de Julio Espinosa, más el veloz Juan Oviedo y el sobrio José Velásquez.

Un total de nueve equipos acudieron a la cita de la FEMBA en San Petersburgo: Colombia, Canadá, Taiwán, Dominicana, Italia, Puerto Rico, Sur África, Estados Unidos y Nicaragua.

Fluidez sin punch

Fue tan buena la actuación nica en este Mundial, que en bateo colectivo se terminó sobre 300 puntos con 86 hits en 277 turnos durante los ocho juegos de la serie regular registrando 14 dobles y 3 triples sin jonrones. El único que se disparó, fue el de Pablo Juárez en la serie extra de tres juegos con los Estados Unidos. Nicaragua fue el equipo de mejor tacto con solamente 23 ponches.

En pitcheo las cifras también fueron impresionantes con 1.75 en efectividad durante 72 entradas, admitiendo sólo un jonrón, conectado por Jim Willis de Estados Unidos contra Julio Espinoza en el juego que terminó empatado 6-6 en la etapa regular.

Visto desde cualquier butaca, ese subcampeonato fue meritorio, consecuencia de una de las mejores actuaciones realizadas por una Selección Nacional.

Estados Unidos presentó peloteros muy competentes, como Dave Stegman, Barry Bonell quien militó con los Marineros de Seattle; Steve Kemp que jugó para los Tigres en sus primeros años; Rick Cerone y el zurdo Bob Shirley, más adelante miembros los Yanquis de Nueva York; Ron Hassey que tenía 21 años, debutó en Grandes Ligas en 1978 y llegó a ser el catcher de Denis Martínez en el Juego Perfecto de 1991, y el derecho Paul Hartzell, quien formó parte del staff de los Angelinos de California. Sin duda un potente equipo.

Fuerte arranque

El torneo se inauguró con Estados Unidos venciendo a Dominicana por 10-0 en una impresionante demostración de poderío, en tanto Nicaragua debutó en la segunda fecha imponiéndose 11-2 a Sudáfrica.

En el segundo partido, Porfirio Altamirano superó un inicio incierto para terminar forjando un blanqueo de cinco hits y Nicaragua se impuso 5-0 a Puerto Rico.

Noel Áreas designó a Trinidad Vallejos, el pitcher más joven del grupo, pero valiente y dueño de gran velocidad, para abrir frente a Estados Unidos, un juego que en el repaso final, resultaría clave en el torneo.

En el primer inning, con dos outs y hombre en tercera, Dave Stegman conectó roletazo al short que César fildeó bien pero su tiro a primera se quedó corto y Fierro no pudo retenerlo. Ese error abrió las puertas para un rallie de tres carreras de los norteamericanos. En el segundo inning, una línea de Barry Bonnell impulsó la cuarta carrera y Noel, alarmado, llamó a Julio Espinosa.

Nicaragua marcó dos carreras en el cuarto inning por doble Baldizón, y luego empató el juego con otro operativo de dos carreras. En el sexto, un cañonazo de Barry Bonell colocó adelante a los Estados Unidos 5-4, y en el séptimo, el jonron de Jim Willis explotó a Espinoza y aumentó a 6-4 la ventaja norteamericana.

Hit de Fierro y fly de sacrificio de Aranda contra George Mike y Stan Jakuboski en el octavo inning, decretaron el empate a seis carreras, preservado por los relevistas José Velásquez y Juan Oviedo.

El 6-6 dolió porque el batazo de Stegman en el primer inning, significaba el tercer out y no la apertura de un rallie de tres carreras. Fue por cierto el único error de César en el torneo.

César productivo

Frente a Taipei, el derecho Sergio Lacayo lanzó en forma estupenda atornillando en tres hits a los artilleros adversarios. El resultado del partido fue 5-1 y la blanqueada se escapó por una jugada bien montada por los chinos en el tercer episodio. César Jarquin elevó a siete su producción de carreras funcionando como noveno bate. Colombia venció 10-0 a Sudáfrica y los italianos doblegaron 3-2 a Dominicana.

En el juego que se le ganó 7-3 a Dominicana con buen pitcheo de Trinidad Vallejos que caminó toda la ruta ponchando a 12, César Jarquin impulsó otras dos carreras y llegó a nueve en un alarde de efectividad productiva. Un total de ocho hits batearon los dominicanos, pero Vallejos sacó outs en los momentos cumbres.

Porfirio Altamirano logró blanquear 6-0 a Italia y Nicaragua conservó su invicto en cinco juegos. Luego se pasó encima de Canadá 5-4 saliendo del mar de las dificultades, pues se perdía 4-0 hasta el sexto inning con Juan Oviedo vacilante.

Con Sergio Lacayo en la loma, Nicaragua le ganó a Colombia 6-1. César Jarquín impulsó su décima carrera antes de salir lesionado y Julio Cuarezma realizó dos tirazos para matar hombres en home y segunda respaldando a Lacayo. Estados Unidos venció 14-0 a Canadá y se programó una serie extra a tres juegos para definir el cetro.

El 23 de noviembre, mientras Alexis derribaba a Rubén Olivares emergiendo brusca y espectacularmente, Estados Unidos desataba nudos y se salía de los bolsillos nicas empatando 1-1 la serie extra a tres juegos, capturando el banderín en la siguiente batalla.

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