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País rumbo a la “africanización” del sida

África es el continente con más casos de sida en el mundo: 23 millones de afectados. En Nicaragua hasta junio se reportaban 2,200 casos, pero la “invisibilidad” y falta de conciencia de esta situación por parte de los gobiernos podría colocarnos en un escenario parecido en poco tiempo. Expertos opinan sobre los obstáculos en el […]

  • África es el continente con más casos de sida en el mundo: 23 millones de afectados. En Nicaragua hasta junio se reportaban 2,200 casos, pero la “invisibilidad” y falta de conciencia de esta situación por parte de los gobiernos podría colocarnos en un escenario parecido en poco tiempo. Expertos opinan sobre los obstáculos en el país para combatir el sida
[doap_box title=”Minsa: registros no son reales” box_color=”#336699″ class=”archivo-aside”]

La doctora Sara Moraga, directora del Programa para la Prevención del Sida del Ministerio de Salud (Minsa), está consciente de dos cosas: que la cifra de 2,200 casos no es real y que se está tratando de garantizar una atención integral, después de mucho tiempo, a los pacientes portadores del virus del sida.

Sobre el primer punto dice que según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para el Sida (Onusida), en el país existen unas 7,000 personas con sida. Para lograr una mejor recolección de estas cifras van a poner a la disposición de la población el acceso a las pruebas de diagnóstico rápidas.

Durante los próximos seis meses esperan que al menos cerca de 250,000 personas hagan uso de este servicio gratuito en hospitales y centros de salud del país.

“Estamos conscientes de que no son los registros reales, estamos viendo la punta del iceberg y no estamos viendo la dimensión que existe de la enfermedad en Nicaragua. Es urgente luchar para que hagamos una detención de la epidemia, porque podemos llegar en poco tiempo a cifras increíbles como las tiene África o la India. Es urgente que tomemos todos esta batalla en conjunto, no podemos hacerlo aislados ya que afecta la vida social, económica”, dijo Moraga.

DESCENTRALIZANDO ATENCIÓN

En lo relacionado a la atención a los pacientes informó que están en un proceso de descentralizar la asistencia, con el fin de que los afectados puedan chequearse e incluso abastecerse de medicamentos en los hospitales de su ciudad.

La idea es que cuando los nicaragüenses que conviven con el virus del sida requieran los servicios que ofrecen los centros asistenciales, un grupo de sicólogos, infectólogos y médicos especialistas le garanticen una integral atención.

“El Minsa aporta los recursos humanos, la infraestructura, los medios de atención. En materia económica tenemos al Fondo Global, Brasil nos ha apoyado, cuando no exista esta colaboración el Estado debe asumir la compra de medicinas”, indicó Moraga.

El Gobierno de Nicaragua nunca ha destinado una partida presupuestaria para combatir el sida, es por eso que el Minsa solicitó en el presupuesto para el año 2007 una cantidad cercana a los 60,000, con lo que piensan complementar la compra de tratamientos antirretrovirales para un buen grupo de personas con sida.

El Minsa desde el 2003 garantiza a los pacientes los tratamientos antirretrovirales.

Poca confidencialidad causa temor

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Pascual Ortells es un español nacionalizado nicaragüense. Desde hace más de 15 años su trabajo gira en torno a la realización de campañas de prevención, capacitación, consejerías e investigaciones sobre el sida desde la fundación Nimehuatzin, de la cual ahora ocupa el cargo de Director Técnico. Experiencia que le permite emitir cualquier opinión sobre esta enfermedad mortal.

De entrada asegura que el Estado nicaragüense no le da “relevancia” necesaria a la epidemia del sida. En los últimos años se elaboró un Plan Nacional de Desarrollo y la Estrategia de Reducción de la Pobreza, pero el tema no se mencionó.

La carga —añadió— ha recaído en un deteriorado Ministerio de Salud (Minsa), donde la salud de la persona, en vez de verse como un derecho humano innato, se ha convertido en una mercancía donde el que tiene dinero tiene “buena atención”.

Lo peor es que el Minsa ni siquiera cuenta con un presupuesto para elaborar efectivas estrategias de prevención y tratamiento a las personas conviviendo con el sida. Si no ha sido por la fundación Fondo Global —que destinó 10 millones 399 mil 709 dólares para financiar programas de prevención y atención al VIH/Sida, tuberculosis y malaria— la situación ya fuera más caótica.

“Antes que existieran recursos eran muy pocas las organizaciones que estaban haciendo trabajos de prevención, cuando el Fondo Mundial desembolsa el dinero hay más, pero al Fondo Mundial se le carga todo, vehículos, computadoras, viáticos y la cantidad de dinero para comprar el tratamiento antirretroviral es pequeña, además de los atrasos burocráticos para la entrega”, dijo Ortells.

El Minsa entrega antirretrovirales a 263 personas, pero bien pueden haber más de 300 pacientes urgidos de medicinas. Para Ortells, mantener la adherencia a los antirretrovirales recibidos —por parte de los pacientes— resulta difícil cuando las autoridades sanitarias no ofrecen un servicio cercano a los pacientes.

Dice que las personas en tratamiento pasan un “vía crucis” para recibir los antirretrovirales y una modesta canasta de alimentos. “Siempre hay retrasos”, agregó.

ATENCIÓN INTEGRAL

Para lograr avances en el tema del sida dijo que primero se debe lograr un acuerdo entre instituciones estatales y privadas. Establecer una cultura de prevención donde se brinde la importancia al respeto de los derechos humanos.

Promover que las políticas públicas se basen en realidades científicas y no mezclarlas con agendas de sectores religiosos, partidarios, feministas u otra índole. Debe de existir una atención integral que tome en cuenta aspectos sicológicos, nutricionales, apoyo jurídico, entrega de medicinas, atención médica.

“No podemos estar en actitud triunfalista, que digamos que el sida lleva 20 años y estamos con las cifras más bajas de Centroamérica. Sudáfrica al inicio de la epidemia tenía más o menos la tasa de incidencia de nosotros y ahora Sudáfrica es uno de los países con mayor incidencia del mundo”, concluyó Ortells.

FALTA VOLUNTAD POLÍTICA Y CONCIENCIA social

El estancamiento de la lucha contra el sida en Nicaragua, a criterio de Ana Quirós, directora del Centro de Información y Servicios de Asesoría en Salud (Cisas), se debe a un problema de actitud, voluntad política y falta de convencimiento de las autoridades gubernamentales y sanitarias sobre la verdadera magnitud de la situación. Un poco más atrás, aunque siempre en un lugar preponderante, Quirós ubica la carencia de los recursos económicos.

Para ella el tema del sida sigue viéndose como un tabú, debido a la falta de una efectiva campaña de educación y prevención de la enfermedad, lo que hace que predomine en la sociedad la discriminación hacia los afectados.

El Ministerio de Salud (Minsa), junto al resto de instituciones públicas y privadas, “no han hecho lo suficiente” para tratar de cambiar esta percepción.

PREJUICIOS DESDE LA ESCUELA

El Ministerio de Educación, Cultura y Deportes (MECD) tampoco ha realizado un papel preponderante, según ella, en la lucha contra el sida en el país.

“(El MECD) ha sido el alón de Aquiles del trabajo público, en distintos momentos ha tenido que eliminarse un material educativo porque lo que transmitía eran puros prejuicios, más motivos para la marginación, no una educación real, el Manual para la Vida iba cargado de prejuicios”, dijo Quirós.

Para Quirós las concepciones religiosas, en especial la católica, han influido para que la población no logre captar de la mejor manera el mensaje preventivo.

Aunque hace más de un siglo el Estado se declaró laico, sigue siendo confesional porque las autoridades de la Iglesia tienen más peso que las científicas, sostiene Quirós.

“Hace falta, más allá de las cifras, ver las consecuencias de un problema como es el sida, hace falta una actitud más humana, pensar que yo corro riesgo y si no nos cuidamos estamos sujetos a sufrir la enfermedad. Como está creciendo la epidemia y como está afectando a la población más joven nos parecemos al caso del África, allá el sida afecta a las personas en edades económicamente activas y eso hace que el efecto pueda ser devastador”, expresó Quirós, quien dijo que en Nicaragua la mayor parte de las personas que mueren por sida están entre 25 a 35 años con estudios realizados.

DESORDEN

Sobre el acceso al tratamiento con antirretrovirales señaló que además de los pocos recursos con los que se cuenta, otro problema que influye para que no exista una buena atención es la falta de organización en las unidades de salud.

“Muchos de los recursos (económicos) van a dar a la burocracia y no a la atención de las personas con sida, al abordaje de sus problemas, ni a la educación de la población. La atención es deficiente, se les entrega medicamento vencido o se cambia de esquema de medicación a lo largo de su enfermedad. El que haya medicamentos vencidos tiene dos posibilidades: una mala compra o durmió ese medicamento por largo tiempo en la bodega por una mala administración”, aseguró la directora de Cisas.

MALA ATENCIÓN A LAS PERSONAS CON SIDA

Aunque el problema del sida es de todos los nicaragüenses, no se ha trabajado en conjunto para prevenir el avance de la enfermedad. Así piensa Elizabeth Reynosa, responsable de Consultorio de la Fundación Xochiquetzal.

Dijo que aún hay problemas de discriminación, mala atención en las unidades de salud —por parte del personal médico—, falta de equipos de protección y diagnóstico, y lo que es peor de tratamiento a base de antirretrovirales.

“Hay que aceptar que el sida es una epidemia que enfrentar, tenemos que hacer labor educativa y entre más personas, asociaciones estén trabajando será mejor y no como a veces pasa que los organismos no peleamos”, expresó Reynosa.

“No miremos quién es el responsable, la responsabilidad es de todos, claro que algunas instituciones tenemos diferen tes compromisos. La calidad no está al ciento por ciento sobre todo por desconocimiento, de allí viene el estigma, rechazo, por la falta de información”, añadió Reynosa, de Xochiquetzal.

Esta fundación está ubicada en Managua y ofrece servicios de consejería y exámenes de laboratorio. También ofrecen la prueba rápida del sida de forma gratuita —algunas veces hay que pagar— a cualquier persona joven o adulta.

El año pasado, según estadísticas de Xochiquetzal, 1,184 se sometieron a la prueba. Los resultados todavía no están a disposición de los medios de prensa.

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