Todavía quedan varios Agentes Libres sin firmar, entre ellos Roger Clemens, que sigue siendo una gran atracción obviando el paso del tiempo; Jeff Weaver, el abridor de los Cardenales; Cliff Floyd, a quien vimos funcionar como agresor del pitcheo enemigo con los Mets, Darrin Erstad muy útil para los Ángeles de Anaheim, Ronnie Belliard, Tomo Ohka y Tony Armas.
Claro, ninguno de ellos con posibilidad de impactar como Alfonso Soriano, quien aseguró 136 millones de dólares por jugar 8 años para los Cachorros de Chicago o de alcanzar los 126 millones sorprendentemente garantizados al zurdo Barry Zito por los Gigantes de San Francisco, cifra exactamente igual a la que será entregada por los Azulejos de Toronto al patrullero Vernon Wells, en ese mismo tiempo.
Se fabricó tanto alboroto alrededor de Daisuke Matsuzaka y los más de 100 millones que invirtió Boston en maniobras combinadas para obtenerlo, que lo de Kei Igawa con los Yanquis, casi pasa inadvertido.
¿Qué nos espera en el territorio de la Agencia Libre una vez concluya la temporada del 2007?
El japonés Ichiro Suzuki y el Andrew Jones, aparecerán en pantalla frente a las billeteras de los Gerentes.
En noviembre del 2000, los Marineros de Seattle con 13.5 millones de dólares, superaron a los Mets en la lucha por obtener al permanentemente inspirado bateador de 200 hits por temporada.
Ichiro, súper-promocionado, tenía 27 años en ese momento y respondió plenamente a las expectativas que se tejieron.
Jones es, para muchos, incluidos Dan LeBatard y Thomas Boswell, el mejor jardinero central, y ha demostrado ser capaz de descargar 50 jonrones, conectar 190 hits y remolcar más de 100 carreras.
¿Se imaginan ese paquete? Lo conseguido por Soriano permite pensar que ellos pueden aproximarse a esa súper cifra.
Y hay más en “el bolsón”: el venezolano Carlos Zambrano, que cada día que pasa se ve más grande; el dominicano Bartolo Colón, si confirma estar debidamente restablecido; Freddy García, ansioso de grandeza; Mark Buehrle y lo que queda del panameño Mariano Rivera y Curt Schilling, escucharán ofertas fuertes si el negocio del beisbol sigue creciendo tan sin medida como hasta ahora.
Los que busquen receptores, tendrán disponibles a Iván Rodríguez, cuya incidencia por donde ha pasado lo convierte en una pieza muy valiosa y Paul LoDuca, ahora muy apreciado.
Torii Hunter un fantasma en el jardín central de Minnesota y el rompe-vientos Adam Dunn, más Aaron Rowand, mantendrán detrás de sus pasos a los interesados en outfielders.
Por supuesto, ellos podrían arreglarse con sus actuales equipos durante el transcurso de la temporada, pero como está el flujo de dinero, la tentación de entrar al mercado parece irresistible.
Ya veremos que ocurre en la próxima cacería.