- Indios y Leones a un juego decisivo para el futuro de la Serie Final LNBP
[/doap_box]
Después de dos partidos, quien ha “rugido” ha sido el Bóer y no los Leones. Y no es que los felinos hayan sido arrinconados por los Indios, pero su incapacidad para dar el zarpazo en el momento cumbre, los tiene contra las tablas.
¿Podrán levantarse de un adverso 0-2 en la serie?, ¿tendrá el Bóer el sentido del remate que caracteriza a las grandes tropas?, ¿cómo lucirá Willie Lebrón y qué tal le irá a Julio Raudez?
Todas esas inquietudes serán resueltas esta tarde (6:00 p.m.) en el Estadio Héroes y Mártires de Septiembre, de León, escenario del tercer partido de la Final, desafío que parece tener una enorme influencia en el futuro inmediato de la serie.
El dominicano Lebrón, quizá el lanzador más intimidante de la liga, subirá a la colina para sortear a los Indios, quienes han venido de menos a más en los dos primeros partidos, hasta sacudirse déficit de 0-3 en el primer duelo y 0-2 en el segundo.
poder vs. inteligencia
El Bóer, por su lado, utilizará a Julio Raudez, el cerebral tirador que pretende dejar a los melenudos al pie de la tumba, pues de un 0-3, sólo los Leones de 1990 han sido capaces de resurgir, aunque aquello era Primera División.
Aquella recuperación fue hace 17 años. Henry Roa era entonces un prospecto que no fuimos capaces de detectar, mientras Julio Medina y Ariel Delgado eran el dúo-dinámico.
Aún así, Roa y el resto de Leones son un peligro. Y aún cuando la tribu se ha impuesto en los primeros dos duelos, lo ha hecho con mucho sufrimiento y no se ha notado una superioridad aplastante como para fracturar el ánimo de los felinos.
¿Qué ha fallado más?
Lo más grave para León no han sido algunos errores que se le atribuyen al manager cubano Gustavo Oramas. Su gran dificultad ha sido la ausencia del batazo en el momento apropiado. Y eso que León ha bateado más que el Bóer (.338 vs. .305), pero no ha sido capaz de articularse, mientras deja una gran cantidad de gente en las bases.
La esperanza de los aficionados leoneses es que el equipo, respaldado por su público, pueda detener hoy la tendencia de la serie. Una tercera derrota podría dejarlo con olor a difuntos.
Los capitalinos, en tanto, han puesto su esperanza en Raudez, el curvista de Granada que ya se anotó un salvamento en el partido inicial y quien se sacudió el color de no socar en finales.
Raudez contra Lebrón y la urgente necesidad que tienen los Leones de reaccionar, y el Bóer de asestar otro flechazo mortal, son entre otras las motivaciones que hay para ir a hacer vibrar el parque occidental.
“No nos den por muertos”, dijo Sandor Guido a la salida del estadio el martes. Hoy se podrá comprobar en León.