A la multitud, que abarrotaba ayer el inicio del Repliegue a Masaya, le causó mucha gracia cuando el Presidente pasó de leer la Magnífica de la Virgen de Guadalupe a recordar lo bello de las canciones mexicanas.
“Ah, Mujeres Divinas, esa canción es preciosa”, dijo Daniel Ortega enfundado en un buzo en una tarde fresca con amenaza de lluvia. Todo ocurre en el Mercado Roberto Huembes.
Entre los sandinistas que vestían verde olivo y tomaban sorbos de licor en cantimploras recordando sus tiempos de cachorros, o que cantaban las canciones del santoral revolucionario, habían tres muchachos que se rieron. “Ya va, pero cómo lo tiene. Si lo que quiere es hacerle el cachete a la Chayo”, dijeron con sorna.
En la tarima el rostro iluminado de Murillo lo decía todo. La Primera Dama lucía feliz en una manifestación de las más arraigadas en su partido y en la que también puso su sello.
Una mujer pasadita de peso arregló horas antes cada una de las flores que Murillo pide para decorar el escenario. Hay una que la mujer llama fuji, también hay yerberas, claveles. El aroma es encantador.
“Estas flores las traemos de Guatemala y Honduras, nosotros somos importadores de flores”, asegura sin dejar de ver el arreglo que hace.
Murillo parece que está en todo. En los colores escogidos para el Sandino azul que observa desde una esquina del parqueo del mercado, adonde se conmemora la ocasión cuando los sandinistas de Managua hicieron un repliegue táctico a Masaya días antes de la insurrección en 1979.
Y la influencia de Murillo también está en las flores que un hombre logró colocar en un rótulo enorme, en el que Ortega luce más cansado y viejo de lo habitual, tanto que una señora que tengo al lado compara la melena que luce en esa imagen con la del Puma en sus tiempos de rugidos musicales en Venezuela y el mundo.
Murillo fue ayer la primera que tomó la palabra, tras oír la Internacional y hubo un barullo entre la gente que se calló cuando dio paso a un Ortega histriónico que le pregunta a la gente qué quieren que haga y toma aquello como que el pueblo ha hablado.
¿Es Daniel Ortega un varón domado? Cuando Elba Montano y su hijo Itzael escuchan la pregunta se ponen a reír. “No, yo lo veo como un buen esposo”, asegura ella, mientras Itzael dice que como sandinistas son disciplinados.
Lo que sí se puede decir es que Ortega celebró el repliegue solo. Con una parte de los gestores de ese acto en otro bando político y sin la presencia de su amigo, Dionisio Marenco, el Alcalde de Managua, que ha hecho público en varias ocasiones algunas diferencias con él.
Cuando todo acaba, Elba Montano r/ecoge las flores.