Un férreo anillo de protección policial no le bastó al presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas, y al resto de sus colegas, cuando llegaron ayer a la Asamblea Nacional, en búsqueda de su reelección.
Un férreo anillo de protección policial no le bastó al presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas, y al resto de sus colegas, cuando llegaron ayer a la Asamblea Nacional, en búsqueda de su reelección.