Los familiares de las victimas asesinadas por el estadounidense de 68 años Larry Robert McCartney, rechazaron que la Fiscalía promueve la expulsión del detenido, porque temen que el crimen quede impune. El dos de marzo pasado, McCartney estremeció el país, luego de asesinar a su esposa y a su amiga.
El Ministerio Público de Granada, solicitó de manera sorpresiva, la expulsión de McCartney, a través de un escrito que presentó el 15 de mayo en el complejo judicial de esta ciudad. Si progresa la expulsiónc ontra el norteamericano se daría sin siquiera haber enfrentado un juicio por el doble crimen.
La fiscal Gabriela Espinoza Carranza, fue la encargada de presentar la solicitud, pero la decisión de expulsar al estadounidense, está en manos de la juez de Distrito Especializado en Violencia de Granada, Ana Xóchitl Fonseca, que es la autoridad judicial encargada del proceso penal. “Con fundamento legal en lo establecido en el artículo 95 de la Ley 641, Código Penal, solicito se de lugar a la expulsión del procesado”, dice el escrito presentado por el Ministerio Público, que se realiza bajo las órdenes del régimen orteguista que busca bajar el hacinamiento en las cárceles del país en medio de la pandemia por Covid-19.
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A la vez solicita que se ordene a las autoridades del Ministerio de Gobernación, a la Dirección de Migración y Extranjería en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores que notifique a la embajada de Estados Unidos en Nicaragua, para que se garantice la expulsión de McCartney.
El artículo 95 del Código Penal, establece que que un extranjero pueda ser expulsado del país, cuando las penas impuestas por delitos cometidos, son inferiores a 5 años. Como se recordará el nombre de McCartney y su rostro resguardado por una densa barba blanca, se hizo viral en las redes sociales, tras conocerse que había asesinado a su esposa Guadalupe del Carmen García, de 22 años y a su amiga Martha Auxiliadora López Centeno, de 21.
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No tiene condena
Michaelle Cordonero Aguilar, representante de la mamá de Guadalupe (q.e.p.d), aseguró que la petición “de la fiscalía es improcedente y no tiene cabida en este proceso, porque estamos hablando de femicidio, asesinato agravado y portación ilegal de armas, y ni siquiera ha iniciado el juicio por estrategias del acusado”, relató.
Agregó que el artículo 95 del Código Penal, es claro al señalar que las penas privativas de libertad inferiores a 5 años, impuestas a extranjeros son las que podrán ser sustituidas por la expulsión y que en este caso, ni si quiera hay sentencia y que la pena fácilmente sumaría más de 60 años.
Según el expediente judicial, los hechos ocurrieron aproximadamente a las 4:45 de la tarde del 2 de marzo, en la comunidad de Posintepe, del municipio de Granada. En horas de la noche de ese mismo día McCartney, fue capturado en un centro recreativo de Managua y el 4 de marzo la Fiscalía lo acusó en el juzgado de Distrito Especializado en Violencia de Granada, por femicidio, asesinato agravado y portación ilegal de armas de fuego.
De acuerdo con la acusación McCartney tenía 4 meses y dos días de haberse casado con Guadalupe, a la cual por celos e inseguridad sometía a constantes episodios de violencia. A la vez se detalla que el estadounidense trataba de ejercer control de las acciones del comportamiento de su esposa, y que le limitaba su amistad “con su amiga de infancia, la otra víctima, Martha Auxiliadora López Centeno”.
La acusación agrega que McCartney, motivado por los celos planificó el 2 de marzo, un plan para asesinar a su esposa y su amiga.