No hay dudas que pararse en el plato con un bate de aluminio es una ventaja sobre los que lo hacen con madera, sobre todo cuando se trata de enviar lejos la pelota. Sin embargo, para chocar la pelota y construir altos promedios de bateo, la discrepancia no parece ser mucha y de hecho los artilleros de la generación actual que están usando madera están teniendo resultados sorprendentes.
Ofilio Castro, quien ha utilizado exclusivamente el bate de madera durante toda su carrera, tiene el promedio más alto en los campeonatos nacionales de beisbol de Nicaragua con .377, mientras que Nemesio Porras, quien uso ambos artefactos, pero pasó sus mejores años con aluminio, registró porcentaje de .365 con los fierros.
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Por supuesto no todo depende del tipo de bate y la calidad del bateador. Los que usaron aluminio, sobre todo en la última década del siglo anterior, disfrutaron de una bonanza ofensiva con el famoso bate de “campana”. Los de ahora tienen a su favor que el torneo tiene representación en todo el país y el talento está disgregado.
Más allá de las circunstancias, estos son los cinco bateadores con mejor promedio cada tipo de bate.
Bate de aluminio
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Nemesio Porras: .365
Nemesio, considerado uno de los mejores bateadores de todos los tiempos en nuestro beisbol, creció con el aluminio y jugó la mayor parte de su carrera con este artefacto, para ser preciso de 1985 a 1999 y tuvo promedio de .365, con 1400 hits en 1116 juegos y seis títulos de bateo, cinco de ellos encima de .400. Con el bate de madera jugó seis temporadas más y bateó sobre .300 en cinco de ellas, alargando a 19 una hilera de campañas volando sobre esta distinguida cifra, lo que es un récord en nuestro beisbol. Con madero no hizo tanto ruido como con el aluminio, recordemos que también lo tomó veterano, pero de cualquier modo tuvo promedio .318 con madera y de forma global en su carrera registró .354.
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Aníbal Vega: .364
Al igual que Nemesio bateó sobre .300 tanto con aluminio como con madera, pero por supuesto sus mejores números fueron con los fierros con .364, con 749 hits en 583 juegos. Con madera bateó para .306 en 407 partidos. La mayor diferencia está en las cifras de poder: 96 jonrones con aluminio y 26 con madera. De forma general bateó .340.
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Henry Roa: .340
Fue el único que logró ser campeón de bateo tanto con aluminio como con madera. Fue líder en 1995 con .387 y luego bateó .370 con madera en 2001. Sus cifras de tactos son casi idénticas con ambos artefactos: .340 con aluminio en 11 años y .331 con madera con ocho campañas. Nuevamente el poder es diferente porque de los 112 cuadrangulares en su carrera, solo 11 fueron con madera.
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Orlando Ocampo: .335
Cuando apareció el bate de madera ya tenía 40 años de edad y aun así bateó para .349 en su primera temporada después que dejó el aluminio, así que debemos atribuir a su edad el rápido declive en las siguientes campañas. Registró 13 temporadas consecutivas sobre .300, después que en su año de novato bateó para .298 en 1987 con los Cachorros. Bateó para .335 con 1017 hits en 873 juegos con aluminio.
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Próspero González: .328
Tiene el récord de seis temporadas de 20 o más cuadrangulares, pero cuando tomó la madera no volvió a dar más de ocho en una campaña, aunque es justo reconocer que recibió la transición a los 35 años de edad. Estrictamente con aluminio bateó para .328 con 1,328 hits en 1,152 partidos y conectó 221 de sus 260 jonrones, que lo sitúan como el zurdo de más poder de la historia de nuestro beisbol.
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Bate de madera
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Ofilio Castro: .377
Toda su carrera la ha hecho con madera y es la versión moderna de Nemesio con tres coronas de bateo. Si tomamos los mejores cinco años consecutivos de Nemesio, tenemos que bateó para .402 entre 1991 y 1996 en 500 juegos, mientras que las cinco mejores campañas al hilo de Ofilio, de 2014 a 2019, acumuló .409 de porcentaje en 358 encuentros. El promedio de .377 de Ofilio es el mejor en la historia de los campeonatos nacionales de beisbol. Lleva 975 hits y desde hace rato debió haber cruzado la barrera de los mil, pero recordemos que ha jugado en Ligas Menores y ligas independientes.
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Dwight Britton: .369
Es uno de los bateadores que mejor ha combinado el poder y el promedio de bateo, con 855 hits, 139 jonrones y un lujoso porcentaje de .369, que únicamente lo tienen detrás de Ofilio. Britton tiene dos temporadas de .400, pero aún no ha logrado ser campeón de bateo. Ha bateado sobre .300 en cada una de las 12 temporadas que ha jugado en el Campeonato Nacional, algo que nadie había hecho.
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Jimmy González: .367
La última vez que Jimmy bateó por debajo de .300 fue hace 15 años. Es uno de los mejores bateadores puros en la historia de nuestro beisbol, del mismo calibre de Nemesio, Roa y Ofilio, por mencionar algunos. Comenzó su carrera con bate de aluminio a los 16 años de edad en 1995 y no le afectó la transición a la madera porque ya lo estaba utilizando como jugador de Ligas Menores con los Dodgers y una prueba es que ganó tres títulos de bateo en los primeros cuatro años de la madera. En total ha coleccionado cuatro coronas de bateo, solo superado por la media docena que conquistó Nemesio.
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Darrell Campbell: .361
Ganador de tres títulos de bateo de forma consecutiva de 2013 a 2015, cada uno de ellos con promedio encima de .400, imitando lo que hizo Nemesio de 1991 a 1993, esto disparó el porcentaje global de Campbell, quien ha logrado sostenerse en las alturas y su promedio de por vida de .361, por 978 hits en 844 juegos, es el cuarto mejor con bate de madera. Es un bateador que maduró tarde, hasta los 28 años de edad comenzó a dedicarse por completo al juego.
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Justo Rivas: .352
Lleva 14 temporadas consecutivas bateando encima de .300 y el promedio más bajo con el que ha terminado en este período es de .330 en 2009. Perdió las temporadas de 2018 y 2019 por discrepancia salarial con el equipo del San Fernando y este año regreso con Nueva Segovia y bateó para .336. Tiene 40 años de edad, pero sigue pegándole duro a la pelota, tanto así que es el máximo jonronero de la historia con bate de madera con 180 y segundo en hits con este tipo de bate con 1,305, a 20 de distancia de Jimmy.