Henry Duarte dejó alguna huella en todos los que trabajaron con él. El exseleccionador llegó en 2015 comprometido con ayudar a mejorar el futbol nacional y lo logró. Desde el principio lo que más llamó la atención y destacó fue su trabajo incansable con las selecciones, apuntan sus tres principales asistentes, durante esta etapa que duró cinco años y cinco meses.
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Mario Alfaro, Jaime Ruiz y Tyron Acevedo fueron los ayudantes de Duarte en distintas etapas. Alfaro lo hizo de 2015 al 2018, Ruiz de 2016 al 2020 y Acevedo desde 2019. Todos coinciden que el técnico costarricense marcó un antes y un después el futbol nicaragüense, a ellos como entrenadores lo ayudó a ser mejores y a los jugadores le enseñó el camino que necesitan tomar para trascender.
“El mejor legado que nos dejó es el valor que le dio a Nicaragua como selección”, subraya Acevedo. “Ahora ya no nos ven como antes. En Costa Rica durante la Copa Oro 2019 estaban preocupados porque nos iban enfrentar, nos subieron tanto el ego que quizás nos pasó factura, pero ya no nos ven como la cenicienta, nos ven con más respeto y enfrentarnos con selecciones como Argentina y Bolivia nos da una imagen y gran aprendizaje”, apunta el asistente y entrenador de la Sub-20.
Ruiz calificó el cambió de mentalidad un aporte fundamental. “Cuando estábamos en la Selección la disciplina era lo primero y Nicaragua estaba por encima de todo, nos hizo darnos cuenta y ser conscientes que representamos a un país, no solo a nosotros mismos y que tenemos esa gran responsabilidad. Estar en una Selección en un gran privilegio y debemos asumirlo. Nos ayudó mucho a querer lo poco que tenemos y tener un sentido de pertenencia, poner el país primero que todo”, considera el jalapeño, que se desempeñó como entrenador Sub-15 y Sub-17.
Alfaro consideró que Duarte les dio otra perspectiva de lo que significa integrar una Selección, que era algo que va más allá del futbol. “Con el tiempo entendí que el futbol es la vida. El profe decía, ‘muchachos ustedes tienen que prepararse, sobre todo quiero profesionales, no quiero futbolistas. Si van ser buenos profesionales serán buenos futbolistas, y si van a ser buenos futbolistas tienen que ser buenos profesionales y en eso va la parte integral: buenos hijos, padres y buenas personas en la sociedad’. Si el jugador se apropió de esas palabras, que a mi me inspiraron, lo va lograr trascender”.
El entrenador costarricense trabajó con todas las selecciones nacionales y sus asistentes esperan que sus charlas y consejos hayan penetrado en los jugadores Sub-15, Sub-17 y Sub-20. “Él le decía que el jugador nicaragüense puede trascender si se lo propone. Si ellos quieren llegar a Europa, a la MSL, México o Centroamérica pueden hacerlo porque tienen las capacidades para lograrlo. Ya se tienen jugadores fuera y no dudo que muy pronto haya otro en ligas más competitivas”, consideró Alfaro, quien dirigió la Sub-20.