Los estragos causados por las lluvias torrenciales, sumados al impacto socio-económico que origina la pandemia de COVID-19 en El Salvador incrementaron el número de personas en inseguridad alimentaria, por lo que el país necesitará acciones para hacer frente a la crisis afirma Luis González de la Unidad Ecológica Salvadoreña UNES, una organización no gubernamental.
“Entonces creo que es necesario que el Ministerio de Agricultura genere planes de estrategias… acciones concretas encaminadas a enfrentar esta crisis de pérdida de seguridad y soberanía alimentaria a nivel nacional y los impactos del cambio climático en la producción de alimentos”, dice González.
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El Salvador no tiene resuelta su soberanía alimentaria porque importa un alto porcentaje de granos básicos, frutas y verduras; y tampoco define la ley de emergencia que mantiene la tensión entre el presidente Nayib Bukele y el Congreso.
Mientras el COVID-19 ha infectado a cerca de 40 adultos mayores que cumplían cuarentena absoluta en un asilo que administra el gobierno.
“Dentro de nuestras estadísticas hay tres pacientes los cuales han perdido la vida a causa de COVID y es importante mencionar también, que se tiene bastante pacientes ya confirmados por coronavirus en el centro de atención de adultos mayores”, indicó el ministro de Salud, Francisco Alabí.
El Salvador presenta su más alto nivel de contagio de COVID-19 y las autoridades de salud no cuentan con información precisa que indique si las lluvias podrán favorecer una mayor propagación.
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El Salvador tiene actualmente 3.481 casos confirmados de coronavirus y 68 muertes de acuerdo con los datos del Hospital John Hopkins.