El tiempo que solicitó la Alianza Cívica para retrasar la firma de los estatutos de la Coalición Nacional, está siendo cuestionado tanto por miembros de su estructura departamental, como por representantes de otras organizaciones integrantes de la Coalición Nacional. La decisión de la Directiva de la Alianza Cívica es interpretada como un paso para alejarse de la Coalición Nacional y unirse al partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), con el cual ha tenido más acercamiento en los últimos meses, aunque este partido ha expresado que no quiere ser parte de la Coalición Nacional.
Esta crisis se empezó a gestar el fin de semana pasado cuando Luciano García, presidente de Hagamos Democracia, y quien se encuentra en el exilio en Costa Rica, denunció que tanto CxL como el PLC se habían convertido en “tranques” para la firma de los estatutos de la Coalición Nacional, particularmente dentro de la Alianza Cívica. Los problemas a lo interno de la Alianza Cívica fueron confirmados en esa ocasión por Medardo Mairena, líder del Movimiento Campesino, y José Pallais.
El director ejecutivo de la Alianza Cívica, Juan Sebastián Chamorro, defendió la posición de pedir más tiempo para firmar los estatutos que regirán a la Coalición Nacional, debido a la crisis por la pandemia del Covid-19 y también mientras el PLC –otro integrante de la Coalición Nacional–, resuelve su litis interna.
Sin embargo, 91 miembros departamentales de la base de la Alianza Cívica exigieron este jueves “no demorar más la firma para adherirnos cuanto antes a la Coalición Nacional”, a través de una carta dirigida al Comité Ejecutivo de la Alianza Cívica. También expresaron que no apoyarán “ninguna otra opción, que solo represente los intereses de unos pocos”.
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Chamorro señaló al respecto que esa es la posición de un grupo dentro de la organización y es algo que ya están discutiendo este fin de semana a través de una reunión virtual. Explicó que la carta de los miembros departamentales es un documento interno que no debió salir a la luz, pero debido a que se hizo público están surgiendo diferentes interpretaciones. Chamorro aseguró que esto no significa que haya una división o separación del grupo.
“Grupo de empresarios” ejerciendo presión
En whatsapp circuló un audio filtrado de Félix Maradiaga, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) y también integrante de la Coalición Nacional, en el que relacionó la solicitud de la Alianza Cívica con su acercamiento con CxL y también mencionó al sector empresarial como un factor en las diferencias que está teniendo esta organización.
“Una facción importante de la Alianza Cívica tiene mayor simpatía con Ciudadanos por la Libertad. La facción obviamente más ligada al grupo de empresarios que está dentro de la Alianza”, se escucha decir a Maradiaga en el audio filtrado.
Por su parte, Luciano García, presidente de Hagamos Democracia, organización que también es integrante de la Coalición Nacional pero a través de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), dijo que la Alianza Cívica debe estar anuente a que se firmen los estatutos como lo demandan sus bases.
“Las bases de la Alianza Cívica están siendo responsables con el discurso de lo que escuchan en la población, que es: ‘unámonos todos’. Ese ejercicio democrático debe de considerarlo la cúpula de la Alianza y si quiere dar muestras de ser una organización democrática, debe hacerle caso a sus bases”, dijo García.
García ve al PLC y CxL partidos contribuyendo a la confusión
También dijo que el acercamiento de la Alianza Cívica con el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) ha hecho pensar que la primera se quiere alejar de la Coalición Nacional, debido a que CxL ha expresado su rechazo a integrar esa plataforma. La presidenta nacional de CxL, Kitty Monterrey, ha negado tener alguna vinculación con los problemas de la Coalición.
“Eso demuestra una debilidad en la alianza, eso demuestra que hay una fisura, que no ha llegado a ser fractura, pero hay una fisura; y que de no atenderse en este preciso momento, lo que va a haber es una fractura y una desintegración de la Alianza, que se va a partir: unos se quedarán en la Coalición y otros se irán hacia CxL. Esa es la gran debilidad si no atienden el llamado de sus bases”, dijo García.
La polémica del PLC
Por otra parte, la polémica del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) surgió tras la designación del diputado Miguel Rosales como nuevo presidente nacional de ese partido. Rosales fue designado por el voto de 12 de 17 miembros del Comité Ejecutivo Nacional del partido, lo que generó desacuerdo entre las filas del partido. Además María Fernanda Flores de Alemán, Jamileth Bonilla, Martha McCoy, Silvio Américo Calderón y Miguel Blandón se reeligieron en sus cargos. Estas designaciones son vistas por los críticos como antidemocráticas, debido a que no fueron consultadas con las bases, lo que provocó el litigio. Además, el PLC, encabezado por el expresidente y caudillo Arnoldo Alemán, es un partido que arrastra el desprestigio del pacto con el FSLN, con el cual Daniel Ortega pudo regresar al poder en 2007 y desde entonces se mantiene gobernando de forma autoritaria y dictatorial.
García manifestó que el PLC no es un partido demócrata, sino un “partido secuestrado donde aún rige el pacto entre Arnoldo Alemán y Daniel Ortega”, por eso García cree que la Coalición Nacional corre el riego de poner en entre dicho su legitimidad democrática “si uno de sus miembros esta totalmente en contra de ese principio”, en alusión al PLC.
La Coalición Nacional es una plataforma creada para unir a las organizaciones opositoras al régimen de Ortega, principalmente de cara a las próximas elecciones nacionales de noviembre de 2021 . El 25 de febrero pasado, siete organizaciones, entre estas tres partidos políticos (PLC, PRD y Yatama) firmaron una proclama de unidad y compromiso a continuar trabajando por la democracia de Nicaragua.