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La ciudadana rusa Elis Gonn, quien fue condenada a ocho años de prisión por atacar en la catedral de Managua con ácido sulfúrico al sacerdote Mario de Jesús Guevara Calero, de 59 años, LAPRENSA/ ARCHIVO.

Rusa condenada por atacar con ácido a un sacerdote en Managua aparece detenida en Italia

La rusa Elis Gonn fue condenada en Managua a ocho años de prisión por atacar con ácido sulfúrico al sacerdote Mario de Jesús Guevara Calero y salpicar al feligrés José Roberto Pineda Bravo. El régimen nunca informó sobre su liberación y salida del país

La ciudadana rusa Elis Gonn, quien fue condenada a ocho años de prisión por atacar en la catedral de Managua con ácido sulfúrico al sacerdote Mario de Jesús Guevara Calero, de 59 años, se encuentra en Italia, donde es acusada por apuñalar a un hombre de 82 años en un bar ubicado en San Donato.

El periódico italiano La Repubblica de Turín, reportó que Elis Gonn dijo que el señor se habría querido sobrepasar con ella y que lo apuñaló porque era una “activista feminista que odiaba a los hombres”.

El diario igualmente reseña el incidente con el sacerdote por el que fue condenada Elis Gonn,  y revela que la rusa estaba en Italia después de ser liberada en Nicaragua. “Después de su liberación, regresó a Italia donde había obtenido el estatus de refugiada hace años por ser perseguida en Rusia por su pertenencia al movimiento feminista y por su orientación sexual”, cita el diario italiano.

En Nicaragua luego de la condena por el ataque al sacerdote, las autoridades nunca informaron sobre si Elis Gonn había sido liberada y expulsada o deportada del país. La única referencia que se tuvo fue un tuit de  los ex reos políticos Cristian Fajardo y Maria Adilia Peralta, quien reportaron que habían visto a Elis Gonn en el aeropuerto de Tocumen, Panamá, un par de semanas después que la rusa había sido condenada.

Una abogada de la Defensoría Pública, que asistió a la rusa durante el juicio, alegó que al momento de cometer los hechos, Gonn no sabía lo que hacía “porque estaba bajo un estado de perturbación mental”. Por petición de la abogada de la rusa Gonn, el juicio fue a puertas cerradas y sin acceso a los medios de comunicación.

 

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