Mientras el Ministerio de Salud (Minsa) reporta solo nueve muertes por Covid-19 en el país, en la semana del 23 al 30 de junio, en este mismo periodo ha habido un movimiento en los cementerios de Managua, con entierros que sobrepasan el promedio registrado antes de entrar a la curva exponencial, la cual según la misma información oficial empezó en la segunda quincena de mayo.
Esto fue constatado por LA PRENSA en una serie de recorridos realizados en los camposantos y tras conversar con trabajadores de los mismos, desde sepultureros hasta empleados administrativos. Asimismo, al hablar con personas que habitan en los alrededores, convirtiéndose en testigos de este movimiento extraño.
Por otro lado, al momento de las visitas, este medio de comunicación coincidió con varios servicios fúnebres, lo cual permite dimensionar la frecuencia de los sepelios en tiempos del Covid-19.
De acuerdo al último informe del Ministerio de Salud, entre el 23 y 30 de junio la cifra de contagios fue de 349 y solo nueve fallecidos. El Observatorio Ciudadano Covid-19 registró en esa misma semana, solo en los días 23 y 24, 41 muertes sospechosas por Covid-19, al menos cuatro veces más que la cifra oficial.
El número total de casos, según el Minsa llegó a 2,519 y 83 muertes. No obstante, el Observatorio Ciudadano fija la sospecha de personas contagiadas en 6,775 y el acumulado de muertes en 1,878. Estos datos actualizados hasta el 24 de junio.
Números que hablan
Bajo anonimato, trabajadores del cementerio El Carmen, ubicado en el costado sur de los semáforos de Memorial Sandino, revelaron que a partir de la segunda quincena de mayo aumentó la cantidad de entierros, pasando de tres cada dos semanas a cuatro o cinco por día. “No te puedo decir cuántos han sido por coronavirus porque no sé, pero sí que incrementó”, reconoció un empleado.
Jardines de la Sabana es el otro panteón privado donde los entierros pasaron de un promedio de cinco por semana a aproximadamente 15. “Fue a partir de mayo que subió todo”, explicó un empleado que también solicitó no revelara su identidad al explicar que está consciente de que el gobierno minimiza el impacto de la pandemia y arremete contra quienes revelan la situación real.
Las fechas mencionadas por ambas personas coinciden con el inicio de la curva exponencial de casos, advertida previamente por médicos epidemiólogos y que el propio Minsa reconoce a través de los datos revelados en sus comparecencias semanales, en donde solo hay acceso para los medios propagandísticos.
En el cementerio La Puerta del Cielo, conocido popularmente como Milagro de Dios por estar ubicado en el barrio que lleva este nombre y que está próximo a saturarse, el promedio de entierros dejó de ser de tres a cuatro, pasando a ocho o nueve por día. “Varios de esos entierros lo han hecho con pocas personas, es decir solo los familiares más allegados y tomando una distancia prudente”, reconoció un sepulturero.
En casos de tratarse de una persona fallecida por Covid-19 o sospechosa, porque presentó síntomas pero no se le practicó la prueba PCR, el protocolo indica que el entierro debe ser inmediato, que el ataúd no puede ser abierto y que los asistentes al sepelio, deben mantenerse a distancia de la fosa.
Trajes especiales en todos los casos
Es a raíz de la pandemia del Coivid-19 que funerarias y cementerios implementaron el uso de equipos especiales de protección, como trajes impermeables, gafas y botas. Asimismo someter al proceso de sanitización de todo lo utilizado.
Así ocurre al menos en el cementerio El Carmen y Jardines del Recuerdo como medida de prevención a su personal. Esto fue constatado por LA PRENSA en la visita al lugar, donde además se observó la excavación en serie de fosas para un repentino servicio.