Wilder Wilson estaba desanimado, no quería saber nada de futbol en agosto de 2018, asegura el prometedor defensor del CD Junior. Una lesión le arrebató la ilusión de representar a Nicaragua en el Campeonato Sub-20 de Concacaf. Era el capitán del equipo nacional y deseaba ir a Estados Unidos para medir su potencial contra México y Jamaica, los rivales más fuertes del grupo. Un año después el destino lo recompensó: de un equipo Juvenil dio el salto y debutó en la Selección de Futbol en su primera convocatoria.
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“Dios pone todo en su lugar en el momento perfecto”, reflexiona el somoteño de 20 años. “Pero en ese momento de la lesión se me vino el mundo abajo, ir con la Sub-20 era algo que tan quería porque ese tipo de torneos son en lo que uno siempre quiere estar, más cuando jugás contra selecciones más fuertes y al no poder ir me sentí triste, desanimado, muy decepcionado”, cuenta el central que por entonces jugaba en el Real Madriz cuando un partido de Liga Primera sufrió una fractura del quinto metatarsiano del izquierdo.
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Wilson pasó un mes y medio que no quería saber de futbol. “Pensaba que me perdí una gran oportunidad, con el tiempo se me fue pasando, Dios sabe cómo hace las cosas y pone todo en su lugar en el momento que es”, insiste el central quien jugó los últimos partidos de ese torneo y siguió creciendo hasta llamar la atención del Diriangén en la temporada 2019-20. Estando en el equipo más longevo del país estuvo en la Selección Olímpica y participó en las eliminatorias de ese año.
En el Cacique logró mantener su nivel jugando de titular desde el comienzo, sin embargo una expulsión después de seis jornadas cortó su proyección. “Me castigaron por cuatro partidos y al Juvenil (Misael Álvarez) que le dieron la oportunidad la supo aprovechar”, reconoce Wilson, quien después de cumplir la sanción pasó a jugar con la Juvenil Especial porque su sustituto estaba haciendo las cosas bien y preferían que sumara minutos ahí a mantenerlo sentado en el banquillo.
Lo jamás imaginado para él llegó en noviembre de 2019. El exseleccionador Henry Duarte lo convocó para los partidos de Liga de Naciones contra Dominica en Managua y Roseau debutando en el Caribe. “Me sorprendió mucho que me llamaran, pero gracias a Dios logré debutar y conseguir un sueño más en mi vida”, señala Wilson, quien espera alcanzar su mejor rendimiento deportivo en el Junior, mantenerse en el equipo nacional y esperar su oportunidad para saltar al futbol en el extranjero.