Entre los elementos que miembros de la opositora Coalición Nacional consideran debe de tener la reestructuración del sistema electoral de Nicaragua es eliminar el bipartidismo en la conformación del Poder Electoral y sus estructuras, así como la diputación “regalada”, para evitar que el dictador Daniel Ortega, si perdiese las elecciones nacionales previstas para el 2021, siga gozando de inmunidad y poder político, al pasar directamente de la presidencia, a ser diputado propietario ante la Asamblea Nacional.
Los opositores señalaron que despojar a Ortega de cualquier inmunidad es esencial para que pueda ser investigado por los crímenes de lesa humanidad que organismos de derechos humanos nacionales e internacionales le atribuyen por la masacre contra los manifestantes durante las protestas de abril del 2018.
El coordinador nacional del Movimiento Campesino, Medardo Mairena, y Saturnino Cerrato, del Partido Restauración Democrática (PRD), integrantes de la Coalición Nacional, refirieron que este martes 14 de julio empezarían a conversar sobre los cambios a la Ley Electoral (Ley 331), en base a las propuestas unificadas por el Grupo Pro Reforma Electoral.
Mairena señaló que las reformas electorales que siguen demandando son las que garanticen una transformación completa del sistema, acabando con el sistema bipartidista que favorece al partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), ni tampoco los partidos aliados al régimen con cargos en los poderes del Estado. También deben eliminarse la diputación directa al presidente saliente.
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“Las mismas reformas deben contemplar que no pueden haber diputaciones regaladas, eso de que el presidente pase directamente ser diputado, no solo para evitar que Ortega siga protegiéndose de toda la corrupción y los crímenes que ha cometido durante todos estos años, sino porque además es una carga económica para el pueblo, y eso debe acabar”, afirmó el dirigente campesino Mairena.
Sin embargo, eliminar esa diputación inmediata para quien ocupe la Presidencia requiere modificar la Constitución Política, puesto que es ahí donde se establece este beneficio político.
Alemán y Ortega así lo pactaron
La reforma a la Constitución de 1999 y el 2000 pactada por el dictador sandinista Ortega y su aliado Arnoldo Alemán, del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), establecieron lo que opositores y analistas independientes califican de la “diputación regalada”, por cuanto el presidente y vicepresidente que dejan el cargo “en el período inmediato” a las elecciones pasarán a ser diputado propietario y suplente, respectivamente.
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También se “regaló” la diputación a los candidatos a presidente y vicepresidente de la República “que participaron en la elecciones correspondiente, y hubiesen obtenido el segundo lugar”. Ambos mecanismos convenía a los aliados Ortega y Alemán para asegurarse la protección de la inmunidad como diputados, una vez dejasen de ocupar los cargos como presidentes, pero también si fuesen candidatos nuevamente a la Presidencia.
En la Constitución se estableció en el artículo 133 del Capítulo II que norma al Poder Legislativo que “también forman parte de la Asamblea Nacional como diputados, propietario y suplente respectivamente, el expresidente de la República y exvicepresidente electos por el voto popular directo en el período inmediato anterior; y, como diputados, propietario y suplente los candidatos a presidente y vicepresidente de la República que participaron en la elección correspondiente, y hubiesen obtenido el segundo lugar”
Alemán al dejar el gobierno en enero del 2002 pasó a ser diputado “regalado” por esas reformas que pactó con su aliado político Ortega. Sin embargo, en diciembre de ese mismo año fue desaforado por 47 diputados para que enfrentara procesos judiciales por los casos de corrupción señalados durante su administración. La desaforación de Alemán fue por el voto de la mayoría del FSLN más el del diputado suplente por Camino Cristiano, Mariano Suárez Salazar, a pesar de que su partido era aliado del PLC.
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Mairena señaló que “para construir una verdadera democracia” debe eliminarse de las leyes todas aquellas normas que supongan que el FSLN y sus aliados puedan seguir copando los poderes estatales mediante pactos.
Permitir el voto de la diáspora nicaragüense
Otros cambios esenciales para Mairena en la Ley Electoral debe ser permitir el voto de los nicaragüenses en el exterior, al señalar que debido a la represión son más de cien mil ciudadanos que desde el 2018, se exiliaron.
Saturnino Cerrato, presidente del PRD, señaló que en la mesa multisectorial de la Coalición a partir de esta semana empezarán a discutir las propuestas, que “están unificadas en un ochenta por ciento” por el Grupo Pro Reformas Electorales, “para cuando se convoque a la discusión nacional ya tengamos una propuesta única” la oposición, dijo Cerrato.
La Coalición la integra el Movimiento Campesino, el PRD, la Alianza Cívica, la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), el partido indígena Yatama, los excontra en la Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN) y el PLC. Aún está pendiente la integración plena de los movimientos estudiantiles y juveniles de la rebelión de abril del 2018.
Cerrato reconoció que entre los temas sensibles a discutir son lo del bipartidismo y la diputación inmediata para el candidato del partido que quede en segundo lugar en las elecciones, como la del presidente saliente, puesto que el PLC fue el que pactó esos modelos con el FSLN.
“Seguramente habrán puntos donde habrán discrepancias. Puede ser que el PLC sea el primero en discrepar de algunos de los acuerdos dentro de la Coalición, pero ya los estatutos de la Coalición establecen que las decisiones primero serán tomadas por consenso, pero si no hay ese consenso entonces se tomarán por mayoría calificada. Por tanto, si la mayoría acuerda una propuesta de reformas electorales que acaben con el bipartidismo, así serán aprobadas y el PLC ha dicho públicamente que ellos están dispuestos a someterse a las decisiones de la Coalición”, afirmó el reverendo Cerrato.